Los servicios secretos de Corea del Sur (NIS) aseguran, en un informe remitido este viernes al Parlamento de Seúl, que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, padece insomnio y otros problemas de salud derivados de la obesidad.

Según la inteligencia surcoreana, el joven dictador pesaría 130 kilogramos, 40 más que cuando asumió el cargo en el 2012, ya que supuestamente bebe y come de forma compulsiva al estar sometido a un fuerte estrés por preocupaciones sobre su seguridad.

El NIS suele divulgar datos sobre Kim Jong-un y la élite de Pionyang. En algunas ocasiones, estos datos han resultado ser ciertos pero en otras, han sido totalmente erróneos.

HERMETISMO EXTREMO

En todo caso, el extremo hermetismo que rodea a la familia Kim y su entorno hace imposible contrastar la información procedente ya sea de la inteligencia surcoreana o de otras fuentes.

El NIS también especula con la idea de que Kim teme que se extiendan por el país informaciones sobre su infancia, como que dejaba de comer durante largos periodos cuando discutía con su madre.

Los servicios de inteligencia surcoreanos también aseguran tener nuevos datos sobre Kim Kyong-hui, la tía del líder supremo desaparecida desde hace algunos años de la vida pública. La que fuera una influyente figura del régimen estaría viviendo en las afueras de Pionyang tras sufrir problemas de alcoholismo a raíz de la ejecución de su marido Jang Song-thaek a finales del 2013.