Sierra Leona tiene una de las tasas más altas de Mutilación Genital Femenina (MGF) de África, la sufren nueve de cada diez niñas según datos de la ONU, y es un de los pocos países que aún no ha prohibido esta práctica que implica la eliminación parcial o total de los genitales femeninos.

La ablación está tan arraigada en la sociedad de este país del África Occidental que incide de manera determinante en la política, sobre todo cuando se acercan elecciones. Es el caso de los comicios previstos para el próximo 7 de marzo marzo. El Gobierno ha prohibido llevar a cabo las MGF hasta después de las elecciones para evitar que los candidatos paguen las ceremonias que rodean cada ablación, a un coste medio de 200 dólares (unos 161 euros), a cambio de votos.

En Sierra Leona, como en otros países de la región, existen las llamadas sociedades secretas o 'bondo', integradas sólo por mujeres, diseminadas por las comunidades, y que tienen como misión enseñar a las adolescentes todo lo que deben saber en su paso a la edad adulta. Una de sus funciones es la de realizar la ablación. La máximas dirigentes de estas sociedades, la denominadas 'soweis', normalmente las de mayor edad, son las principales defensoras de esta práctica y son ellas las que indican al resto de miembros de la sociedad a quien votar en la elecciones. Las 'soweis' alegan que prohibirla sería un ataque a la cultura, basada en rituales muy antiguos destinados a proteger a la comunidad de los malos espíritus y regular el paso de la infancia a la edad adulta.

Cuestión política

Es la primera vez las autoridades han ordenado suspender temporalmente esta práctica, hasta el 31 de marzo, según ha afirmado Maya Kaikai, la ministra de desarrollo rural de Sierra Leona. La ex-viceministra de asuntos sociales, género e infancia y activista en contra de la MGF, Rugiatu Neneh Turay. ha dicho que espera que esta prohibición contribuya a elminar definitivamente esta práctica del país.

Sin embargo, la organización de derechos humanos Equality Now y la agencia de ayuda ActionAid, que trabajan para erradicar la MGF en Sierra Leona, no se han mostrado tan optimistas y han descartado que la medida suponga una señal de progreso. "Se trata solamente de una cuestión política", afirma Felister Gitonga, de Equality Now. "No tiene nada que ver con la protección de los derechos de las mujeres".

Sierra Leona prohibió la mutilación genital femenina en 2014 durante el momento más álgido de la crisis del Ébola, en medio de temores de que las práctica de la ablación propagara la enfermedad. Aunqu se redujeron los casos, los activistas aseguran que se ha vuelto a reactivar.

El mes pasado, la vecina Liberia prohibió la MGF durante un año por orden de la presidenta saliente, Ellen Johnson Sirleaf. Los activistas han instado al nuevo presidente, el exfutbolista, George Weah, a que impulse una ley que la prohiba para siempre.