Al menos ocho personas han muerto, entre ellas siete adultos y un menor de una misma familia, en cuatro casas del condado de Pike (Ohio, EEUU), según informaron hoy medios locales. El autor o autores de la masacre continúan en paradero desconocido.

Todas las víctimas pertenecen a la familia Rhoden y murieron de untiro en la cabeza, algunos mientras dormían, según explicó en rueda de prensa el fiscal general de estado, Mike DeWine.

Ninguno de los muertos cometió suicidio y no se ha arrestado a ninguna persona, por lo que las autoridades consideran que el autor o autores del tiroteo huyeron posiblemente armados y representan un peligro para la comunidad y, sobre todo, para el resto de miembros de la familia.

Los únicos supervivientes del tiroteo fueron tres niños de 4 días, seis meses y tres años respectivamente, informó el sheriff del condado, Charles Reader.

CADÁVERES DISEMINADOS

La Oficina de Investigación Criminal de Ohio (BCI) informó a la cadena WJW de que los cadáveres se encuentran en varias viviendas de la carretera Union Hill.

Varias decenas de agentes de la BCI y de otros cuerpos de seguridad se han desplazado al lugar de los hechos, una propiedad particular de esa pequeña ciudad a 112 kilómetros de Cincinnati, en el condado de Pike.

"INFORMACIONES TRÁGICAS"

"Las informaciones que estamos recibiendo de Peebles son trágicas, más allá de lo comprensible. Seguiremos de cerca este suceso y el estado trabajará con las fuerzas de seguridad locales en lo que sea posible", escribió en Twitter el gobernador de Ohio y aspirante republicano a la Presidencia, John Kasich.

El FBI en Cincinnati "vigila de cerca la situación" y ha ofrecido ayuda al condado, según un mensaje de la agencia federal de investigaciones en la red social.

Algunas escuelas y centros de educación secundaria de la zona han cerrado sus recintos por precaución, aunque dentro continúan las clases.

INTERROGATORIOS

Las autoridades de Ohio (EEUU) informaron de que están interrogando a más de 30 personas en relación a la masacre.

El fiscal aseguró que no hay indicios para pensar que existe unaamenaza contra el condado de Pike, donde sucedieron los hechos, aunque sí una "amenaza específica" para el resto de miembros de la familia Rhoden, de la que formaban parte los asesinados.

Por su parte, el sheriff del condado, Charles Reader, explicó que elBuró Federal de Investigación (FBI) está "en espera" para participar en el caso, pero aún no se ha implicado en la investigación.

Las autoridades desconocen cuál habría sido el móvil de esta masacre y, por el momento, no disponen de más información sobre el suceso.