Siete diputados británicos abandonaron ayer el Partido Laborista, protagonizando la mayor escisión desde la década de los 80, cuando se creó el Partido de los Liberales Demócratas. La ruptura es consecuencia de discrepancias con la línea de radicalismo izquierdista impuesta por el líder, Jeremy Corbyn, las diferencias sobre el brexit y el «antisemitismo institucionalizado» en el partido.

Chuka Umunna, Luciana Berger, Chris Leslie, Angela Smith, Mike Gapes, Gavin Shuker y Ann Coffey, han formado un grupo independiente en la Cámara de los Comunes. Por el momento descartan constituir una nueva formación, pero Umunna, uno de los parlamentarios más preminentes, pidió a otros diputados que se unan a ellos. «La política está rota y no tiene porque ser así. Cambiémosla», declaró en el acto conjunto organizado por los siete, donde se oyeron toda clase de recriminaciones contra Corbyn.

«Me daba vergüenza y sonrojo el permanecer en el Partido Laborista», afirmó una diputada. «Me enferma que el Partido Laborista sea ahora un partido antisemita racista y la falta completa de liderazgo, en el momento en que nuestro país más lo necesita», afirmó otro.

Chris Leslie llegó a afirmar que sería, «irresponsable» el permitir que Corbyn pudiera ser primer ministro, Corbyn se declaró «decepcionado» por la decisión de unos diputados, «incapaces de continuar trabajando juntos».