“Lamentablemente aún no hemos podido localizar al submarino”, reconoció el portavoz de la Armada argentina, Enrique Balbi, 10 días después de que el 'ARA San Juan', con sus 44 tripulantes, perdiera contacto con su base en la ciudad de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires. Balbi ratificó que lo ocurrido con el sumergible en las profundidades del Atlántico Sur está relacionado con una explosión y no un golpe, como señalaron algunos medios. “No hay otros indicios”.

El clima en la región austral argentina ha vuelto a empeorar. Se detectan ráfagas de viento de 50 kilómetros por hora en Comodoro Rivadavia, donde trabaja intensamente la misión internacional formada para llegar hasta la nave perdida. Mientras se espera que mejoren las condiciones climáticas, los esfuerzos se concentran en poner a punto el minisubmarino estadounidense 'Sophie Siem' y el brazo hidráulico que se necesita para que funcione. Pronto debe reunirse el 'Pantera Plus', el aparato no tripulado ruso que es capaz de operar a una profundidad máxima de 1.000 metros y tiene un sonar que escanea el fondo del mar.

INCIDENTES DE NAVEGACIÓN

Aunque el presidente Mauricio Macri pidió no apresurarse en buscar responsabilidades por lo ocurrido, la crisis empieza a mostrar sus consecuencias. El contraalmirante Gabriel González, a cargo de la base de Mar del Plata, ha sido pasado a retiro. La oposición apunta contra el ministro de Defensa, Oscar Aguad. En mayo del pasado año, el jefe de ministros, Marcos Peña, compareció ante la Cámara de Diputados, donde recibió una alerta: el submarino necesitaba determinados trabajos para evitar “incidentes de navegación”. Peña no respondió a la advertencia. Familiares de los tripulantes han denunciado la supuesta precariedad del sumergible y se ha responsabilizado de ello al Gobierno kirchnerista.

El arreglo “de media vida” del 'ARA San Juan' comenzó a finales del 2008 y terminó en mayo del 2014, cuando se inició el período de pruebas que se dio por terminado en octubre del 2015. Dos meses antes de la asunción de Macri, la empresa Tandanor, encargada de la reparación, hizo la “entrega parcial” del submarino a la Armada. Luego empezó la “etapa de garantía” que duró seis meses hasta la entrega definitiva que se efectuó durante la actual gestión. “Se entregó a la Armada cuando estaba 100% aprobado. Es una falta de respeto decir que lo mandaron a navegar atado con alambres (en malas condiciones)”, dijo al diario 'Página 12' Fabián Quiroga, a cargo del arreglo del sumergible.