Francia volverá a vivir una semana caliente en el terreno social. A pesar de que la reforma laboral ha sido adoptada en la Asamblea Nacional mediante decreto, los sindicatos mantienen su pulso con el Gobierno y han convocado para este martes y el próximo jueves día 19 nuevos paros y manifestaciones. En algunos sectores, las huelgas se repetirán de manera indefinida una vez por semana.

Su objetivo sigue siendo la retirada del texto legislativo que inicia su debate en el Senado. Para ello pretenden sumar a la protesta a sectores que hasta ahora se habían mantenido en un segundo plano -como camioneros, trabajadores del transporte público urbano, ferrocarril, puertos y aeropuertos- con capacidad para alterar la actividad económica del país.

Convocada bajo el lema “ampliar el movimiento ante la falta de democracia”, denuncian el golpe autoritario del Gobierno, al no someter el proyecto de ley al voto del Parlamento. “Los trabajadores están dispuestos a endurecer el movimiento”, ha advertido Philippe Martínez, secretario general de la CGT, una de las siete organizaciones convocantes, entre las que no figura ningún sindicato de los llamados ‘reformistas’.

El presidente François Hollande ha dejado claro este martes que no cederá a pesar de la contestación en la calle y de la rebelión en las filas de la izquierda. “Han cedido demasiados gobiernos -de ahí el estado del país que me encontré en el 2012- como para que ahora yo, en circunstancias difíciles, ceda cuando se ha encontrado un compromiso”, ha declarado en una entrevista en la radio Europe 1.

A su juicio, la ley se ha “discutido y corregido”, los sindicatos reformistas la apoyan y una mayoría de socialistas está dispuesta a votarla. “Prefiero que se me recuerde como un presidente que ha hecho reformas antes que como un presidente que no ha hecho nada”, ha insistido Hollande.

CARRETERAS, PUERTOS, TRENES Y AEROPUERTOS

Los paros se iniciaron a las 22.00 horas de este lunes en el transporte por carretera y están afectando especialmente a ciudades como Nantes, Rennes, Caen, Calais, Dunkerque, Avignon, Marsella o Burdeos, donde se impide el paso a los camiones, pero no la región parisina. El acceso al puerto y la zona industrial de Le Havre, en el norte del país, ha sido bloqueado por unas 3.000 personas desde las 6.00 horas y otras localidades portuarias han vivido la misma situación.

La red del metro de París no se está viendo afectada por los paros, que tienen una mayor repercusión en los trenes de cercanías, los regionales y los de Alta Velocidad. Las centrales sindicales han hecho también un llamamiento a la huelga del personal técnico de los aeropuertos y de los controladores aéreos que podrían provocar retrasos en los vuelos.

De manera simultánea, se han convocado manifestaciones en las principales ciudades del país. Para evitar que se repitan los incidentes violentos, la prefectura de Policía ha prohibido sumarse a las marchas a los militantes del colectivo antisistema Acción Antifascista y del movimiento Inter luchas Independientes. Además, las fuerzas de seguridad saldrán este miércoles a la calle en protesta por las agresiones recibidas durante los más de dos meses que dura la protesta contra la reforma laboral.

VOTO EN EL SENADO

A pesar de una movilización cada vez menor, los sindicatos se apoyan en el calendario parlamentario para mantener la presión. El texto será votado en el Senado el 28 de junio y luego volverá a la Asamblea, donde s adoptará de manera definitiva a finales de julio.

Los sindicatos esgrimen que el polémico contrato de primer empleo (CPE) del primer ministro Dominique de Villepin se retiró una vez aprobado el texto. El 54% de los franceses apoya la actitud sindical y el 68% es partidario de que el Gobierno se olvide de la ley, según un sondeo de BVA para iTele publicado este domingo.