Un soldado tailandés asesinó ayer a al menos 20 personas e hirió a otras 14 al disparar de manera indiscriminada en un popular centro comercial de la ciudad de Nakhon Ratchasima, en el este de Tailandia, según explicó el Ministerio de Defensa. El sospechoso, identificado como Jakrapanth Thomma, se atrincheró en la cuarta planta del centro comercial Terminal 21 y mantuvo a más de una decena de personas como rehenes, según detallaron varios medios de comunicación locales.

Además de los rehenes tomados por el militar, otro número indeterminado de personas se hallaban atrapadas dentro del edificio comercial que en la tarde de ayer estaba repleto de visitantes que realizaban compras en el edificio.

Varios equipos de asalto del Ejército del país del sudeste asiático rodeaban el centro comercial. Mientras, las calles próximas al edificio quedaron completamente cortadas al tráfico, estableciendo un perímetro de seguridad de dos kilómetros alrededor del recinto para tratar de capturar al asaltante y obstaculizar un posible intento de fuga del asesino. La Policía también llevó hasta el lugar de la masacre a la madre del asaltante con el objetivo de lograr que se entregase a las autoridades.

Según las primeras explicaciones de los hechos, a primeras horas de la tarde el soldado disparó a su comandante y a otros compañeros en una base militar a las afueras de la ciudad.

Posteriormente, robó armas y munición y se dio a la fuga en un coche. Con este vehículo se dirigió al centro de la ciudad, que se encuentra a unos 250 kilómetros al noreste de Bangkok, la capital del país.

El militar, quien publicó fotografías y vídeos del ataque en las redes sociales, condujo hasta el recinto comercial donde, al salir del coche, comenzó a disparar con un rifle de asalto contra viandantes y automóviles. Acto seguido, el soldado se adentró en el edificio. Allí continuó con los disparos, mientras centenares de personas huían despavoridas y aterradas.

«No puedo levantar el dedo», decía el soldado tailandés, ataviado con uniforme militar y que también aseguró sentirse «cansado» y habló en algún momento de «rendirse». Lo hizo en varias publicaciones colgadas en su perfil de Facebook, que más tarde sería desactivado.

EXPLOSIÓN DE GAS / También se registró una explosión y un incendio, que según las informaciones preliminares se debería a la deflagración en la cantina del recinto de una bombona de gas a causa de los disparos. Medios locales también informan de que el militar abrió fuego mientras iba montado en el coche durante el trayecto contra un templo y otros lugares.

El ministro tailandés de Sanidad, Anutin Charnvirakul, pidió a los hospitales de la ciudad, de unos 140.000 habitantes, que se prepararan para la llegada de heridos de urgencia.

El portavoz del Ministerio de Defensa de Tailandia, Kongcheep Tantrawanit, manifestó en declaraciones a los medios locales que las autoridades desconocen las razones del ataque indiscriminado y salvaje y lo achacó simplemente a que el soldado «se volvió loco».