El soldado norcoreano herido de bala cuando intentaba desertar a Corea del Sur está infectado de parásitos intestinales, que podrían complicar sus posibilidades de supervivencia, según ha explicado el médico que le atiende.

Los parásitos intestinales están muy extendidos en Corea del Norte, como en otros muchos países en desarrollo. Sus habitantes comen a menudo vegetales crudos que han sido fertilizados con excrementos humanos, según los especialistas.

Los gusanos también eran muy habituales en Corea del Sur hasta los años 80, antes del 'boom' económico y la generalización de los fertilizantes industriales.

El militar afectado cruzó la frontera corriendo este lunes bajo las ráfagas de otros soldados norcoreanos, en el sector de la localidad de Panmunjom, donde en los años 50 se firmó el alto el fuego de la guerra de Corea (1950-1953).

Operaciones quirúrgicas

Tras haber sido trasladado en helicóptero a un hospital surcoreano, el herido fue sometido a dos operaciones quirúrgicas. "Los signos vitales, entre ellos el pulso, vuelven a ser estables", declaró a la prensa el doctor Lee Cook-Jong. Pero el estado del herido podría deteriorarse en cualquier momento.

"Estamos vigilándole de cerca para evitar complicaciones", debido sobre todo a una "gran cantidad de parásitos intestinales", incluyendo lombrices intestinales, en el intestino delgado.

"No había visto nunca una cosa así en 20 años de carrera", aseguró el doctor Cook-Jong, explicando que el gusano más largo medía hasta 27 centímetros.

Orificios de salida

Inicialmente, los médicos estimaron que el soldado había sido alcanzado por seis disparos, pero algunas heridas resultaron ser orificios de salida de las balas.

Es infrecuente que los militares norcoreanos deserten al sur por Panmunjom, destacada atracción turística para los extranjeros que visitan Corea del Sur, donde la frontera solo está delimitada por un muro de hormigón.