Piernas demasiado delgadas, nariz diferente y lóbulos de las orejas de un tamaño distinto al normal. Son algunos de los “hechos” que corren por las redes para demostrar que la mujer que salió el domingo de casa de Chelsea Clinton, hija de Hillary Clinton, no era, en realidad, la candidata demócrata a la Casa Blanca, sino una doble.

Basándose en fotografías de antes y después del desmayo por exceso de calor que sufrió el domingo, los seguidores de tal teoría insisten en que la Hillary que afirmó encontrarse “estupendamente” solo 90 minutos después del incidente es una impostora. “Cuando Clinton salió parecía revitalizada, tanto que Twitter pensó que se trataba de una doble”, bromea el ‘New York Post’ en un vídeo.

La “culpable”, según los conspiradores, es Teresa Barnwell, imitadora de Clinton desde 1993. Pero Barnwell estaba en Los Ángeles el domingo. “Tranquilizaos", ha dicho la actriz en Twitter, burlándose de las "pequeñas cabezas de mentalidad conspiratoria" de los que apoyan la teoría.

Además de la teoría de la doble, se ha especulado también con la posibilidad de que Clinton sufra Parkinson. El director del grupo 'Veterans for Trump', Daniel Tamburello, ha explicado en Facebook que la neumonía es uno de los síntomas más comunes de la enfermedad. Ergo, si Clinton tiene neumonía, como le diagnosticaron el viernes, también puede tener Parkinson, fácil.

¿ENVENENADA?

Sea para burlarse o aportar más madera al asunto, los medios se han volcado a hablar de la salud de Clinton, desde el tabloide ‘The Sun’ hasta la revista de análisis ‘Foreign Policy’, que ironiza sobre el tema y aprovecha para hablar de los líderes mundiales que sí que han tenido dobles.

También ‘The Washington Post’ ha publicado un artículo sobre otra de las teorías que corren por las redes: Clinton ha sido envenenada. Citan como fuente al patólogo forense Bennet Omalu, que ha aconsejado a la campaña presidencial demócrata que hagan análisis a la sangre de la candidata.

Omalu, conocido por sus hallazgos sobre la muerte de algunos jugadores de fútbol americano, ha dicho en su cuenta de Twitter que no se fía ni del “Sr. Putin ni del Sr. Trump”, y que "con estos dos, cualquier cosa es posible”. El comentario se ha recibido con escepticismo.

POCA INFORMACIÓN

“Su campaña admitió que pasaba algo solo cuando se publicó el vídeo”, se quejaba en uno de sus monólogos Trevor Noah, presentador del ‘The Daily Show’. Y es que lo que ha dado pie a la difusión de estas conspiraciones es la poca información dada sobre la salud de Clinton.

Así lo admitió el lunes uno de los portavoces de la candidata, Brian Fallon: “Podríamos haberlo manejado mejor, dar más información y más rápido” sobre las causas que hicieron a Clinton abandonara la ceremonia del 11-S.

“Esto es especialmente problemático”, escriben en ‘Foreign Policy’, “porque los seguidores de Donald Trump llevan tiempo diciendo que Clinton no está en forma para ser presidenta”.