Boris Johnson habría logrado una victoria aplastante en las elecciones generales británicas, según el sondeo difundido por las televisiones británicas al cierre de los colegios electorales. Los conservadores habrían obtenido 368 escaños, 50 más que los alcanzados en el 2017.

De confirmarse, esta sería la mayor victoria de los tories desde la época de Margaret Thatcher. Los laboristas por el contrario se habrían hundido quedándose con 191 escaños, 71 menos de los que tenían. Se trata del peor resultado de todos los tiempos para los laboristas y hace la situación de su líder, Jeremy Corbyn, insostenible. El sondeo indica también una fuerte recuperación del Partido Nacional Escocés (SNP), con 55 escaños, 20 más de los que tenía. Los liberales, con 13 diputados, solo habrán ganado una posición.

Si se confirma la rotunda mayoría absoluta, el primer ministro acudirá hoy al Palacio de Buckingham, para pedir formalmente a Isabel II permiso para formar Gobierno. El nuevo gabinete podría estar designado en pocos días. El discurso de la reina, con el programa legislativo para los próximos cinco años, está previsto para el jueves 19 de diciembre. Su propuesta más urgente sería completar la aprobación en el Parlamento del acuerdo para el brexit, que alcanzó en octubre con Bruselas. La nueva prórroga finaliza el 31 de enero.

LOS ESCAÑOS LABORISTAS / Algunos de los resultados electorales más esperados son los escaños tradicionalmente laboristas, que Johnson necesitaba para tener una mayoría holgada. Son escaños marginales, en el llamado muro rojo. Lugares entre otro tiempo de clase obrera, afectados ahora por la crisis postindustrial. En ellos se ha votado laborista desde muchas décadas, pero en ellos existe un fuerte sentimiento antieuropeo y se detesta a Jeremy Corbyn.

Es el caso de Bishop Auckland, antigua localidad minera del condado de Durham, al noreste de Inglaterra. En ese feudo laborista desde hace más de un siglo, su actual diputada Helen Goodman, retiene a duras penas el escaño que logró en el 2005, con una mayoría actualmente de solo 502 votos. Goodman hizo campaña a favor de permanecer en Europa en el referéndum, mientras que sus votantes optaron por el brexit (60,9%). La adversaria conservadora cree poder desbancarla ahora.

El camino para el brexit se allana. Si Johnson no hubiera vencido, como parece, por rotunda mayoría, las salidas posibles hubieran sido varias. El líder conservador podría tratar de formar una coalición de gobierno o hubiera podido intentar gobernar en minoría, pero así no lograría sacar adelante el acuerdo de salida de Europa. Si el primer ministro no hubiera podido forjar ni coalición ni acuerdo con otro partido, lo habitual es que hubiera tenido que presentar la renuncia y recomendar formar gobierno al principal líder de la oposición.

ESCOCIA / La idea de un posible pacto entre Jeremy Corbyn y la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, líder del Partido Nacional Escocés (SNP), daba miedo a los electores y ha podido contribuir a la victoria de los conservadores. Johnson ha insistido durante la campaña en que votar a Corbyn supondría, «tener en el 2020 dos referéndums, uno sobre el brexit y otro sobre la independencia en Escocia».

Sturgeon afirmaba que solo ofrecería su apoyo a un Gobierno minoritario encabezado por Corbyn, si los laboristas aceptaban el principio de que sea Holyrood, el Parlamento autónomo escocés, el que decida la agenda y el momento para celebrar una segunda consulta sobre la independencia. El poder de Sturgeon parece haber salido reforzado y sin duda insistirá en reclamar a Johnson la celebración de un segundo referéndum de independencia.

Los principales líderes políticos acudieron ayer a votar a primera hora de la mañana. Boris Johnson rompió con la tradición y en lugar de hacerlo en su propia circunscripción, Uxbridge and South Ruislip, a las afueras de la capital londinense, acudió a uno de los colegios en el distrito de Cities of London and Westminster, donde se encuentra la residencia oficial de Downing Street.