Stormy Daniels, la actriz y directora de porno que afirma que mantuvo una relación sexual con Donald Trump en 2006, que el presidente niega, ha explicado que firmó un acuerdo justo antes de las elecciones para mantener silencio sobre esa relación a cambio de 130.000 dólares por miedo. En una esperada entrevista con el programa ‘60 minutes’ emitida este domingo, Daniels ha relatado concretamente un episodio de una amenaza que vivió en 2011, la primera vez que contó a una revista su historia, y ha asegurado que le “preocupaba la seguridad” de su familia cuando firmó hace ahora 17 meses el acuerdo con el abogado de Trump, Michael Cohen.

La entrevista, grabada hace semanas, es la primera ocasión en la que Daniels afirma públicamente que tuvo la relación sexual con Trump, un encuentro consentido en una sola ocasión. Y aunque Daniels no ha aportado pruebas sobre las amenazas, su relato empeora aún más el retrato de cómo funciona Trump, o cuando menos su entorno.

LA AMENAZA

Según el reportaje de ‘60 minutes’, en 2011 Daniels aceptó contar la relación con Trump a una revista pero la entrevista en su día no se publicó (ni ella cobró los 15.000 dólares pactados) porque cuando la publicación contactó a Trump el abogado, Cohen, amenazó con demandarles. Fue unas semanas después cuando, según Daniels, un hombre se le acercó en Las Vegas en un aparcamiento cuando iba a una clase en un gimnasio, con su hija, entonces un bebé, en el coche. El hombre entonces le habría dicho: “Deja a Trump en paz. Olvida la historia”. También, según el relato de la actriz, el hombre miró a su hija y le dijo: “Es una niña preciosa. Sería una pena si algo le pasara a su mamá”.

Daniels, que no ha identificado al hombre que le amenazó pero que asegura que aún hoy le podría reconocer, ha explicado que no acudió a la policía entonces porque “estaba asustada”. Unos meses después, cuando una web de cotilleos publicó una información sobre la relación sexual, ella negó públicamente la aventura.

Cuando Trump logró en julio de 2016 la nominación como candidato del Partido Republicano Daniels explica que empezó a ser contactada de nuevo para contar la historia a cambio de grandes cantidades de dinero. Entonces su abogado le llamó y le contó la oferta del abogado de Trump para que mantuviera silencio a cambio de 130.000 dólares. Firmó el acuerdo en octubre, 11 días antes de las elecciones. “La historia estaba saliendo a la luz otra vez. Estaba preocupada por mi familia y su seguridad”, ha dicho como explicación de la firma.

"HACER TU VIDA UN INFIERNO"

Cuando en enero de este año ‘The Wall Street Journal’ reveló el pago de Cohen, el abogado publicó un comunicado firmado por Daniels en el que ella negaba la relación con Trump asegurando que “nunca pasó”. Pero en la entrevista emitida este domingo la actriz ha explicado que firmó ese comunicado porque le “hicieron ver que no tenía otra opción”. No hubo violencia física, pero asegura que le transmitieron la idea de que habría repercusiones legales si no firmaba. “De hecho la frase exacta que se usó fue ‘ellos pueden hacer tu vida un infierno de muchas formas diferentes’”, ha dicho Daniels, que aunque admite no exactamente de quienes eran “ellos” ha dicho que cree que “era Michael Cohen”.

Daniels ha acudido con un nuevo abogado a los tribunales para intentar que se desestime el acuerdo de confidencialidad y a su vez ha sido demandada por Cohen, que le reclama al menos 20 millones de dólares por haber roto el acuerdo. Y en la entrevista la actriz ha argumentado su decisión. “Estaba perfectamente bien sin decir absolutamente nada pero no estoy de acuerdo con que se me retrate como una mentirosa”, ha dicho.

¿MATERIAL REVELADOR?

En la entrevista Daniels no ha querido aclarar, por instrucciones de nuevo abogado, si se ha saltado otra clausula del acuerdo de confidencialidad y ha guardado fotos, mensajes o vídeos relacionados con la relación sexual en 2006. Su letrado usó Twitter recientemente para dar a entender que tienen material.

Ni Cohen ni la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, han querido hablar con ‘60 minutes’ y tampoco ha habido declaración oficial tras la emisión de la entrevista. Como durante todo el caso, Trump ha mantenido silencio incluso en Twitter y se desconoce si ha visto el programa. El sábado el presidente cenó con Cohen en Mar-a-Lago. El domingo regresó a Washington. La primera dama, Melania, (que acababa de dar a luz a su hijo Barron en el momento de la supuesta relación de Trump con Daniels), se quedó en Florida, que es donde según la explicación oficial de una portavoz pasa tradicionalmente las vacaciones escolares de primavera de su hijo.

UNA SAGA ABIERTA

Pese al silencio oficial, la saga de Daniels no tiene visos de desaparecer. Hay dos investigaciones en marcha para ver si Cohen, que asegura que pagó de su propio bolsillo a la actriz, violó normas electorales. Cabe la posibilidad de que Robert Mueller, el fiscal especial que investiga el 'Rusiagate', también haga indagaciones, que podría usar en negociaciones con Cohen, al que investiga por otras operaciones empresariales para la Organización Trump en Rusia.

Este es, además, solo uno de los frentes abiertos para Trump, al que le acechan los escándalos sexuales. La exmodelo de 'Playboy' Karen McDougal, que asegura que tuvo una relación con él también en 2006, ha acudido a los tribunales para intentar recuperar también libertad para contar su historia. Y una juez neoyorquina ha permitido que siga su curso la demanda por difamación presentada por Summer Zervos, una de las mujeres que acusó a Trump de acoso sexual antes de las elecciones.