“Escocia estará en el corazón mismo de Europa”. Con esa promesa y ese desafío al Gobierno conservador de Theresa May, la líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, puso este sábado punto final en Glasgow a la conferencia anual del partido. Surgeon anunció un plan para robustecer el comercio y las exportaciones escocesas, a fin de contrarrestar los efectos del ‘brexit’.

El Gobierno de Edimburgo dispondrá de un nuevo equipo con este fin, habrá enviados especiales por Europa y doblará el número de funcionarios dedicados a esa misión. Además, abrirá unarepresentación comercial permanente en Berlín, que se sumará a las ya existentes en Londres, Dublín y Bruselas.

“El crecimiento de nuestra economía en estos momentos no solo está amenazado por la posibilidad de perder nuestra plaza en el mercado único, por desastroso que eso pueda ser. También está profundamente dañado, vergonzosamente, por la retórica que los 'tories' están empleando sobre la inmigración”, afirmó Sturgeon.

SEGUNDO REFERÉNDUM

La ministra principal de Escocia, como ya hiciera días antes, evocó la posibilidad de un segundo referéndum de independencia si no se escuchan las necesidades de Escocia en las negociaciones del‘brexit’. Las circunstancias con respecto al 2014, fecha de la primera consulta, han cambiado.

“Algunos de los que votaron ‘no' [a la independencia] creyeron que elReino Unido ofrecía mayor seguridad económica, una voz más poderosa en el mundo y garantizaba un lugar en la Unión Europea”, pero “el futuro parece ahora muy diferente”, ha señalado.

Sturgeon aludió a la debilidad del Partido Laborista y proclamó al SNP como “la verdadera oposición en el Parlamento deWestminster”, frente a un Partido Conservador dominado por los propósitos del UKIP.