Al menos 77 personas han muerto y 588 han resultado heridas como consecuencia del terremoto de 7,8 grados en la escala abierta de Richter que azotó el norte de la región costera de Ecuador el sábado, y que también causó múltiples daños materiales que aún se evalúan.

El vicepresidente del país, Jorge Glas, en una comparecencia ante los medios de comunicación, remarcó que la cifra de fallecidos podría aumentar debido a los daños generados en la zona del epicentro.

Aseguró que la situación es particularmente "compleja" en el balneario costero de Pedernales, en la zona del epicentro, donde a los equipos de rescate y asistencia les ha sido difícil llegar.