Las pesquisas de los Mossos dEsquadra y la Fiscalía Anticorrupción sobre una red "de blanqueo internacional de capitales" y la posible participación en la misma del primer ministro de Bulgaria, Boyko Borisov, desvelada este viernes por ELPERIÓDICO, ha provocado una tormenta política en el país balcánico.

La eurodiputada socialista Elena Yoncheva aseguró este viernes a este diario que el caso "presenta unos hechos extremadamente perturbadores", en alusión al supuesto blanqueo de cinco millones de euros mediante la compra de un chalet de lujo en Esplugues de Llobregat y una tienda de lujo en el paseo de Gràcia y cuya beneficiaria sería la exmodelo búlgara Borislava Yovcheva, cuya posible vinculación con Borisov está siendo analizada.

"El 20 de mayo del 2019 envié un informe al fiscal general de Bulgaria pidiendo que abriera una investigación.No recibí respuesta", afirmó la eurodiputada, antes de explicar que entonces acusó a Borisov de ser el verdadero dueño de la casa. "Pagué un alto precio por aquello".

Yoncheva expresó su confianza en que la justicia española "aporte luz" y que gracias a la intervención de la policía catalana y la fiscalía "prevalezcan el imperio de la ley y la democracia"."Es hora de que las autoridades españolas, y espero que también las de Bulgaria, esclarezcan los hechos", añadió.

Denuncia ante la embajada

La oenegé MCBUUP (Movimiento Civil Bulgaria Unida) fue la primera en denunciar la trama. "En julio de 2018 presentamos el caso a la Embajada de España", recuerda su presidente, Georgi Georgiev. La oenegé reclamó entonces que se enviara la denuncia a la fiscalía española y se declaró "dispuesta a cooperar". Georgiev asegura que no recibieron respuesta. "Por eso, en marzo del 2019 enviamos el caso a la policía catalana", explica.

El dirigente de la oenegé sostiene que el líder búlgaro "tiene que ver con la inexplicable prosperidad y riqueza de Yovcheva y su familia". La denuncia apunta la posible relacion entre la mujer y el primer ministro. Georgiev mantiene que hay "evidencias" de que Borisov y Yovcheva "han estado cerca uno del otro".

Negativa de Borisov

Desde Bruselas, donde acudió al Consejo Europeo, el primer ministro de Bulgaria negó cualquier relación con "el caso de Barcelona". "No he estado allí desde hace 15 años, no tengo propiedades allí", dijo en declaraciones a los periodistas. El líder búlgaro añadio que "nadie, ni policía ni fiscales" le han pedido ningún tipo de información sobre este asunto.

El jefe del gobierno búlgaro no quiso responder si conoce a la exmodelo Borislava Yovcheva. En cuanto a los socios de las empresas que inyectaron el dinero con el que se compraron el chalet y la tienda, aseguró que algunas son personas que no ha visto "en 10, 15, 20 años". "Son gente con la que he jugado al tenis o al fútbol. Pero conocer a alguien no significa que estés implicado en algo", subrayó.

Según la oenegé que destapó el caso, Borisov mantiene una amistad con el que fuera jefe de la delegación en Bulgaria de la petrolera rusa Lukoil Valentin Zlatev, quien a su vez tuvo como estrecho colaborador a Alexander Chavsev, que figura como socio mayoritario de Numin Invest SL, la empresa dueña del chalet de lujo de Esplugues.

ELPERIÓDICO envió el 13 de febrero un cuestionario sobre el caso al primer ministro. Al día siguiente, ante la falta de respuesta, le mandó otro más.Borisov no contestó.Tras la publicación del caso, este viernes explicó que "no tenía sentido responder" porque cualquiera de sus comentarios "podrían ser malinterpretados".

"Toneladas de cocaína"

En cuanto a la investigación abierta en España, el primer ministro lamentó que este diariono mencionara las "condecoraciones y medallas policiales" con que le ha galardonado España "por las toneladas de cocaína" que se han interceptado gracias a la cooperación entre los dos países.

Borisov atribuyó la información a una mano negra procedente de Rusia."Es la continuación de una campaña lanzada en mi contra por los hijos de los agentes del GRU (servicio de inteligencia militar de Rusia)", afirmó. También insinuó que en la campaña contra él participa el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, cercano al Kremlin y con el que mantiene unas tensas relaciones. Radev afirmó este mes en un discurso que la libertad de expresión, la democracia y la separación de poderes están secuestradas en su país.