La Federación Europea de Periodistas (EFJ, por sus siglas en inglés) y la Federación Internacional de Periodistas (IFJ) han denunciado la detención de 60 periodistas y propietarios de medios de comunicación desde el fallido golpe de Estado en Turquía el pasado 15 de julio. La lista, actualizada este martes, muestra los nombres de los informadores sobre los que hay una orden de detención o prisión en el país.

"Una vez más, se persigue a periodistas que están haciendo su trabajo", decía la semana pasada el presidente de la IFJ, Philippe Leruth, que denunció la "criminalización" creciente de la labor periodística en Turquía. "La libertad de prensa es una componente esencial de la democracia, y hoy, claramente, está en riesgo", afirmó.

Por su parte, el presidente de la EFJ, Mogens Blicher Bjerregaard, ha pedido de nuevo a la comunidad internacionalque "presione" al Gobierno de Turquía para recuperar el imperio de la ley. "Más y más periodistas están sufriendo intimidaciones, detenciones y encarcelamientos", ha dicho, para concluir: "Esta purga debe parar de inmediato".

Pero la purga continúa. Este sábado un tribunal de Estambul dictó orden de prisión contra otros 17 periodistas por su presunta implicación en el intento de golpe de Estado. Según EFJ y IFJ, ya son 89 las actas de detención contra profesionales del sector. Se les acusa de estar relacionados con el movimiento de Fethullah Gülen, a quien el presidente Recep Tayyip Erdogan, su antiguo aliado, ha señalado como instigador del golpe.

DISCURSO DEL ODIO

El Gobierno los acusa de traidores y han pedido su detención. Tres periodistas del grupo mediático Zaman estuvieron el viernes en las oficinas de la EFG y la IFG, en Bruselas, para hablar de la situación actual en Turquía y de la persecución de algunos de sus periodistas. "Mi preocupación principal es la seguridad y el bienestar de los compañeros que aún están en Turquía", dijo Sevgi Akarçeşme, actual editora jefe del 'Today's Zaman', versión en inglés del diario 'ZAMAN'.

La periodista escapó de Turquía en marzo antes de que se ordenara su detención. Tenía que viajar a Nueva York en los próximos días, pero el Gobierno turco le ha cancelado el pasaporte y ahora no puede salir de Bélgica. Su familia ha sido investigada y la policía ha entrado en su casa.

"No tenemos ninguna información de los periodistas que han detenido y todos los abogados están muertos de miedo y no quieren coger sus casos", dijo Selçuk Gültaşlı, otro de los periodistas que hablaron con la EFG y la IFG. Gültaşlı, corresponsal del diario en Bruselas, contó que hacía más de 15 días que no sabía nada de uno de sus compañeros, detenido justo después del golpe de Estado.

Según contaron a la IFG, en las últimas semanas, los tres periodistas han recibido amenazas de muerte y mensajes de odio a través de las redes sociales. El presidente Erdogan, dijeron, ha empleado a gente para que acose a periodistas como ellos vía internet. "Esta propaganda organizada", dice la IFG, "ha creado un efecto dominó, haciendo que los propios ciudadanos también ataquen a los periodistas en las redes sociales".

Gültaşlı y Mete Öztürk, el tercer periodista, afirmaron que incluso habían sido atacados por turcos residentes en Bélgica, sugiriendo que el discurso del odio se está extendiendo por el resto de Europa.

DESCARADA PURGA

Por su parte, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, ha enviado este lunes una carta al embajador turco en España, Ömer Önhon, pidiéndole que libere a los periodistas detenidos por el Gobierno de Ankara. "Son numerosos los testimonios de compañeros turcos que nos piden ayuda simplemente para ejercer su trabajo en paz y libertad", ha escrito González, que la semana pasada ya expresó el malestar de la FAPE "ante lo que empieza a parecer una descarada purga de medios de comunicación críticos con el régimen y de los profesionales que trabajan para ellos".

Con esta carta, la FAPE se suma a la campaña impulsada por las Federaciones Europea e Internacional de Periodistas bajo el nombre de #JournalismIsNotACrime (El periodismo no es un crimen). Piden a todos sus afiliados que escriban a los respectivos embajadores turcos y firmen una petición de Aministía Internacional en la que se exige a Erdogan que mantenga los derechos humanos.

Los 60 periodistas detenidos hasta la fecha se suman a un total de 15.000 personas detenidas desde el 15 de julio. Un total de 131 medios de comunicación turcos han visto paralizada de forma permanente su actividad. El diario 'Zaman' y su versión en inglés, 'Today's Zaman', fueron de los primeros diarios cerrados por las autoridades turcas después del fallido golpe de Estado. Antes del golpe, estos medios ya habían sido acusados de pertenecer al movimiento de Gülen, y en los últimos nueve meses habían pasado a control del Estado dirigido por Erdogan.