Trece personas, entre ellas tres menores, resultaron heridas anoche en un supuesto ataque con drones en la base aérea de Maitiga (Trípoli). Las sospechas del presunto atentado recaen en las fuerzas bajo el mando del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte de Libia.

Según fuentes del gobierno reconocido por la ONU en la capital (GNA) el bombardeo coincidió con el aterrizaje de un avión de una compañía libia en el que viajaban numerosos peregrinos musulmanes procedentes de la ciudad saudí de Yeda. "Tres menores debieron ser trasladados al hospital. También una decena de peregrinos que esperaba en la sala de espera interior", señalaron las mismas fuentes.

Según el gobierno la resposabilidad del atentado recar en el llamado Ejército Nacional Libio (LNA), la milicia que lidera Hafter con apoyo de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Francia. Hafter, que domina cerca del 70 % del territorio libio, puso cerco a la capital libia el pasado 4 de abril.

Desde entonces, los combates han acabado con la vida de más de medio millar de personas, causado heridas a más de 5.000 y obligado a más de 25.000 familias a abandonar sus hogares y a convertirse en desplazados internos. Los enfrentamientos, concentrados desde hace días en las localidades de Marzuq y Gharyan, en el sur de la capital, han afectado también gravemente a los miles de migrantes que se encuentran hacinados en centros de detención gobernados por milicias afines al GNA.

De la situación actual se benefician decenas de señores de la guerra y milicias de tendencia islamista radical dedicados al contrabando de armas, personas y combustible, verdadero motor de una economía destruida.