El alto el fuego pactado entre EEUU y Rusia en Siria, que entró en vigor este lunes a las 7 de la tarde, hora local (16.00 GMT), se mantiene mayoritariamente en todo el país, según ha afirmado este martes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

No obstante, el Ejército sirio, citado por la agencia de noticias oficial siria SANA, ha denunciado varias violaciones de la tregua por parte de grupos armados en distintas partes del país.

De madrugada, grupos opositores armados han lanzado proyectiles de mortero contra posiciones del Ejército sirio en la zona de las academias militares del barrio de Al Ramusa, en el sur de Alepo (norte de Siria).

Carca de la misma ciudad, en Castelo, se produjo un ataque similar con fuego de mortero, y en una carretera de la provincia de Alepo hubo tiroteos de grupos armados contra posiciones del Ejército sirio.

COMUNICADO REBELDE

También se registraron pequeños ataques en la zona rural de Hama y al este de Guta. El OSDH señaló que fuerzas pro-gubernamentales bombardearon los pueblos en áreas de campo del sur de Alepo y el barrio de Jobar, en las afueras de Damasco.

No obstante, el OSDH indicó que no le constaba la muerte de ningún civil en el país desde que entró en vigor la tregua, que durará siete días y excluye a los grupos yihadistas Estado Islámico (EI) y Frente de la Conquista del Levante (FCL), antiguo Frente Al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria.

El alto el fuego ha sido aceptado por la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora, y por el Ejército Libre Sirio (ELS), pero criticado por una veintena de facciones opositoras. Diversos grupos armados han firmado un comunicado en el que no aclaran si secundarán o no la tregua y lamentan que excluya al FCL, pero incluya a "las milicias sectarias extranjeras que luchan con el régimen [del presidente sirio, Bashar el Asad] y perpetran crímenes desde hace cinco años contra Siria".

Sin embargo, estas formaciones rebeldes acogieron positivamente la entrada de asistencia humanitaria a los barrios asediados de Alepo. "Anunciamos nuestra completa cooperación para lograrlo", afirman en su comunicado.

ALTERCADO CON ISRAEL

Este alto el fuego es el segundo intento en el 2016 de detener la guerra en Siria, que estalló hace cinco años y medio. Rusia es el principal aliado del gobierno sirio y desde hace un año lo apoya con bombardeos teóricamente dirigidos contra el EI, pero que han atacado zonas en manos rebeldes.

Por su parte, EEUU apoya a algunos de los grupos opositores que pretenden derrocar a Asad y ha liderado numerosos ataques aéreos de una coalición internacional contra el EI.

En las horas anteriores a la entrada en vigor de la tregua, se recrudecieron los combates y los bombardeos en zonas como Alepo, Idlib, el este de Damasco y el norte de Homs. Según el OSDH, murieron al menos 31 personas.

También hubo ataques en la provincia de Quneitra, al sur del país, fronteriza con Israel. Las Fuerzas Armadas sirias han asegurado hoy que sus defensas antiaéreas habían derribado un avión y un dron israelí en Quneitra, tras un ataque israelí contra una posición militar siria, después de que un proyectil procedente de siria cayera en Israel sin causar daños.

No obstante, el Ejército israelí desmintió esta información en un comunicado. "Dos misiles tierra-aire se lanzaron desde Siria (...) En ningún momento estuvo comprometida la seguridad de aviones de las fuerzas israelíes", indicaba la nota.

AYUDA DE EMERGENCIA

Si el alto el fuego se mantiene, las agencias de la ONU podrán repartir ayuda de emergencia en Siria. "Estamos esperando que el cese de hostilidades sea realmente efectivo. Necesitamos paz para que los camiones puedan empezar a moverse y los humanitarios no estén en peligro mortal", dijo en una rueda de prensa Jens Laerke, portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.

El Gobierno sirio ha rechazado este martes la entrada de ayuda humanitaria en Alepo que no esté coordinada previamente con Damasco y Naciones Unidas, especialmente la que llegue de Turquía.

El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, espera que se mantenga la tregua para poder relanzar las negociaciones de paz. Y poner fin a la guerra, que según el OSDH se ha cobrado la vida de al menos 301.781 personas y ha causado más de dos millones de heridos. Otras oenegés habían dado la cifra de 470.000 muertos hace meses.