Una semana después de la sorprendente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU, tres edificios de alquiler de lujo de Nueva York han optado por quitar su nombre de la fachada por deseo expreso de sus inquilinos, incómodos y molestos por que se les asocie con el excéntrico magnate republicano.

Más de la mitad de los inquilinos de estos tres edificios, situados en el barrio de Upper West Side, votaron por eliminar estos letreros. "Ya estamos en el proceso de cambiar de nombre los tres edificios de Riverside Boulevard. Queremos adoptar una identidad más neutral que atraiga a los actuales y futuros residentes", dijo este miércoles un portavoz de la firma inmobiliaria Equity Residencial,actual propietaria de los inmuebles.

POLICÍAS Y CALLES CORTADAS

Mientras, el atrincheramiento de Trump en su torre de Manhattan está incomodando cada vez más a los vecinos de la Quinta Avenida. La Trump Tower, convertida en el cuartel general del presidente electo, está permanentemente envuelta de policías armados, calles cortadas y aceras ocupadas. Vecinos y comerciantes se quejan del tráfico, de los controles de seguridad y del aumento de turistas.

Incluso el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, tras reunirse con el magnate para decirle a la cara que se niega a deportar a los inmigrantes irregulares de la Gran Manzana, ha mostrado su preocupación por los problemas que se registran ante las puertas de la Trump Tower.

De hecho, el caos en el exterior del edificio también se vive en el interior, y está paralizando el traspaso de poderes por la división manifiesta del Partido Republicano y los abandonos y peleas para formar el equipo de Gobierno de Trump, cuestión que el presidente electo niega y achaca a invenciones de la prensa.