Al menos tres miembros de la coalición internacional de lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), además de dos militares iraquíes, resultaron heridos ayer en un ataque con cohetes contra la base de Taji, a unos 30 kilómetros al norte de Bagdad. El portavoz de la alianza, el coronel Myles B. Caggins III, informó en su Twitter de que al menos 25 proyectiles de 107 milímetros impactaron contra las instalaciones de la base, lo que causó heridas a tres efectivos de sus filas, de los que no precisó la nacionalidad. También confirmó que, además, resultaron heridos dos militares iraquíes, como ya habían indicado anteriormente las autoridades del país árabe, de la Defensa Aérea.

Las fuerzas de seguridad hallaron siete lanzacohetes con 25 proyectiles preparados para ser utilizados en las inmediaciones de Taji, según un comunicado de la Célula de Información de Seguridad de Irak. El pasado miércoles, dos militares estadounidenses y uno británico perecieron en un ataque con casi una veintena de cohetes contra las mismas instalaciones, donde está desplegado personal de la coalición internacional en tareas de entrenamiento y asesoramiento.

La madrugada del jueves al viernes, Estados Unidos respondió con bombardeos contra lo que identificó como posiciones de milicias iraquíes presuntamente apoyadas por Irán, si bien el Gobierno iraquí denunció que las acciones causaron cinco bajas entre sus militares y policías y la muerte de un civil. El pasado 27 de diciembre, el fallecimiento de un contratista estadounidense en un ataque similar acabó desencadenando una escalada de la tensión que culminó con la muerte del general iraní Qasem Soleimaní en un ataque de Washington en Bagdad. Irán respondió días más tarde con ataques a dos bases militares iraquíes con tropas estadounidenses.