Las tropas sirias del presidente Bachar al Asad, con la cobertura de su aliada Rusia, entraron por primera vez desde 2014 en el bastión rebelde y estratégico de Jan Shijún, situado en la provincia de Idlib (norte de Siria), informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Las fuerzas sirias y sus milicias aliadas "han logrado entrar por primera vez desde 2014 a las partes noroccidentales de Jan Shijún y controlaron algunos edificios en el lugar", indicó la ONG, cuya sede se encuentra en el Reino Unido pero que cuenta con una amplia red de colaboradores en el terreno.

Ataques de ambos frentes

Este avance se produce después de un contraataque de las tropas sirias contra las facciones insurgentes que controlaban la zona. Desde el 30 de abril, fecha en la que se inició la ofensiva gubernamental contra la región, 945 civiles, entre ellos 237 niños, han perecido por los continuos bombardeos del Gobierno sirio y de Rusia, según la ONG.

Asimismo, el Observatorio señaló que se ha elevado a 87 la cifra de combatientes muertos en las filas de las facciones armadas y del Gobierno sirio durante los combates de las últimas horas, aunque ninguna otra fuente ha confirmado esta información.

Un lugar estratégico

Para las fuerzas gubernamentales sería de importancia estratégica conquistar Jan Shijún porque por ella pasa la carretera nacional que une la capital, Damasco, con la ciudad de Alepo, destacado centro comercial e industrial que está retomando su actividad tras años de conflicto.

Asimismo, Jan Shijún tiene una importancia simbólica al haber sido uno de los bastiones rebeldes más emblemáticos, blanco de un ataque con armas químicas en abril de 2017 que dejó decenas de muertos y del que la ONU responsabilizó al Ejército sirio.

Misiles estadounidenses

A pesar de que Damasco siempre ha negado haber empleado gas sarín contra los habitantes de Jan Shijún, Estados Unidos se mostró convencido de ello y lanzó poco después decenas de misiles contra la base aérea siria de Al Shairat en represalia por el ataque químico.

Jan Shijún sería además la primera localidad destacada de Idlib en caer en manos del Ejército sirio, que ha desarrollado desde finales de abril una ofensiva en los territorios rebeldes en el norte de Hama, donde le queda un pequeño triángulo por conquistar, y en Idlib, castigada a diario por los bombardeos.

La violencia se intensificó durante el mes de julio y sólo tuvo una pausa de cuatro días a principios de agosto, cuando el Ejército sirio declaró un alto el fuego condicionado a la aplicación del acuerdo de Sochi, sellado en septiembre de 2018 por Rusia y Turquía (valedora de la oposición).