El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reconoció que en el 2001 posó en una fotografía disfrazado de Aladino y con la piel pintada de negro, una imagen que él mismo calificó de «racista» y que sale a la luz a un mes de las elecciones generales.

La imagen fue revelada por la revista estadounidense Time, lo que obligó a Trudeau a reconocer que la fotografía fue tomada en el 2001 durante una fiesta de disfraces en una prestigiosa escuela privada de Vancouver (Canadá) donde ejercía de profesor. En la instantánea, Trudeau aparece sonriente, vestido con ropajes orientales y un turbante en la cabeza, la piel pintada de negro y rodeado de cuatro mujeres. Trudeau tiene sus manos alrededor del cuello y la cintura de una de las mujeres. El primer ministro canadiense, que entonces tenía 29 años, es el único con la piel oscurecida.

Tras la aparición de la imagen, Trudeau, que se encuentra en plena campaña electoral de cara a las elecciones generales que se celebrarán el 21 de octubre, se vio forzado a comparecer ante los medios de comunicación para declarar que «lamenta profundamente» haberse disfrazado con la cara pintada.

«En el 2001, cuando era profesor en Vancouver, asistí a una fiesta. El tema fue las 1.001 y una noches. Me disfracé de Aladino y me maquillé. No lo debería haberlo hecho. Debí haber sabido que no era adecuado, pero lo hice y realmente lo siento», declaró Trudeau. A preguntas de los medios de comunicación, reconoció que la imagen, que tiene profundas connotaciones, es «racista» aunque no lo consideró «racista en su momento».

En Norteamérica, que una persona blanca se pinte la cara para representar a una persona de color es considerado racista desde hace décadas.