En su cuarto y último día, el Foro Económico Internacional que se celebra en la ciudad suiza de Davos cierra este viernes con uno de sus platos fuertes, Donald Trump. Ante una audiencia que teme sus medidas proteccionistas, el presidente estadounidense abogará este mediodía por un comercio mundial “abierto” pero “justo y equitativo”.

Según ha avanzado un alto funcionario estadounidense, Trump centrará sus breve discurso programado para las 13:00 horas en denunciar todo aquello que en su opinión obstaculiza los intercambios comerciales como "el robo de propiedad intelectual, las transferencias forzosas de tecnología y los subsidios a la industria”. Así, se espera que vuelva a cargar contra el superávit de potencias como Alemania, que esgrima su conocido lema ‘America first’ para beneficiar a sus productos nacionales y que se posicione frente a los líderes internacionales y las grandes fortunas reunidas en Davos como defensor de "las mujeres y los hombres que quedan a un lado de la carretera”.

Aún así, Trump quiere demostrar que “Estados Unidos está listo para hacer negocios” después de la aprobación de una reforma fiscal que beneficia principalmente a las empresas. La mayor rebaja en impuestos desde Reagan ya ha sido criticada por los cuatro grandes países de la Eurozona (Italia, Francia, España y Alemania), que temen que la medida viole las reglas de la OCDE y perjudique la competitividad de empresas y bancos europeos.

El distanciamiento entre Europa y Estados Unidos es notable. Este miércoles la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, cargaron indirectamente contra Trump al defender una globalización más justa y criticando el auge de un nacionalismo populista y “venenoso”.

TIENDE LA MANO A MAY

Con quien sí ha mostrado un mayor entendimiento es con Londres. En un breve encuentro de 15 minutos en Davos, Trump ha tendido la mano a la ‘premier’ británica Theresa May, asegurando en un tuit que su conversación ha ido “genial” y que los EEUU “aman” el Reino Unido. Las buenas palabras del líder estadounidense son una señal de distensión con un aliado “especial” tras los recientes rifirrafes con su homóloga.

En noviembre, Trump despachó a May después de que esta lo criticase por haber retuiteado un falso vídeo islamófobo publicado por la líder del grupo ultranacionalista ‘Britain First’. “Si me dices que son gente racista y terrible, sin duda me disculparía”, ha explicado a la cadena ITV, asegurando que no conocía de nada al grupo al que le sirvió de altavoz. Recientemente, Washington canceló la visita de Trump a Downing Street programada para el febrero por temor a las protestas que ya se han anunciado contra él. Un miembro del gobierno británico ha asegurado hoy que esa reunión se celebrará en la segunda mitad de este año.

POLÉMICA EN CASA

La comparecencia de Trump en el escenario internacional llega pocas horas después de que estallase otra polémica en los Estados Unidos. Según reveló ayer el ‘New York Times’, cuando el presidente supo en junio que el jefe de la investigación de la trama rusa Robert Mueller le estaba investigando por obstrucción a la justicia ordenó despedirle pero Trump dio un paso atrás cuando el abogado de la Casa Blanca se negó a ello y amenazó con dimitir. Todo eso después de unas últimas semanas en las que el gobierno ha estado cerrado, ha llamado “países de mierda” a naciones como Haití y en las que ha sido acusado por ex actriz porno Stormy Daniels de haber tenido una relación extramatrimonial.