El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos,Donald Trump, ha vuelto a defender el uso del 'waterboarding', la técnica de tortura que simula un ahogamiento prohibida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el 2009 , y que se utilizó bajó el mandato de George Bush para logran información de los sospechosos de terrorismo. El millonario defendió este tipo de tortura pocas horas después de conocerse la noticia del atentado del aeropuerto internacional de Estambul, este martes por la noche durante un mitin en Ohio.

“¿Qué pensáis del waterboarding?”, preguntó Trump a los asistentes. “Me gusta mucho. No creo que sea suficientemente duro”, se respondió entre vítores y aplausos del público.

El waterboarding se prohibió fue prohibido en el 2006 al Ejército estadounidense tras ponerse en duda su legalidad y eficacia. Con la llegada de Obama a la Casa Blanca en el 2009, se prohibió también para la CIA. Esta prohibición supuso el fin de una etapa oscura del Gobierno Bush en el que se cometieron todo tipo abusos y torturas en nombre de la llamada guerra contra el terrorismo, iniciada tras los atentados del 11-S.

COMBATIR EL FUEGO CON FUEGO

Trump, a consecuencia del auge del Estado Islámico, ha iniciado una campaña contra el terrorismo, en la que no duda a recurrir a todo tipo de argumentos racistas y a lenguaje violento. "Tienes que combatir el fuego con fuego”, tal y como aseguró en el mitin en una referencia al grupo yihadista.

“Vivimos en tiempos medievales. Tenemos que pararlo, tenemos que ser fuertes. Tenemos que luchar brutalmente y violentamente porque nos enfrentamos a gente violenta, gente brutal”, aseguró. “Tenemos leyes que dicen: ‘No puedes hacer eso’. Sus leyes dicen que puedes hacer lo que quieras y que cuánto más brutal seas, mejor. Así que no podemos hacer waterboarding, que no es la cosa más bonita pero es como cacahuetes comparado con muchas alternativas”, agregó el millonario.

Trump lamentó que Estados Unidos no pueda simular el ahogamiento de sospechosos de terrorismo para tratar de extraerles información pero el Estado Islámico pueda decapitar a sus detenidos o ahogarlos en celdas.