Donald Trump vuelve a estar en pie de guerra. Esta vez contra las redes sociales, a las que amenaza con regular estrictamente o simplemente cerrarlas en respuesta a la decisión de Twitter de fiscalizar la veracidad de sus afirmaciones en la plataforma. «Los republicanos sienten que las redes sociales silencian completamente las voces conservadoras. Vamos a regularlas estrictamente o a cerrarlas antes de que puedan salirse con la suya», escribió el presidente de Estados Unidos en su red social de cabecera. La pataleta llega horas después de que Twitter refutara por primera vez los mensajes del presidente con una advertencia a sus usuarios en la que tacha de falsas algunas de sus afirmaciones.

Twitter llevaba mucho tiempo en el ojo del huracán por la laxitud con la que implementa sus propias reglas de uso, que prohíben conductas como el acoso, la incitación a la violencia, la manipulación informativa o los ataques de la integridad de las elecciones. A principios de mes anunció medidas para combatir la desinformación sobre el coronavirus, comprometiéndose a etiquetar la información falsa o en disputa sobre el virus, «independientemente de quien la propague». Desde entonces ha borrado algunos tuits del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y el venezolano, Nicolás Maduro.

INTOCABLE HASTA AHORA / Pero Trump había sido intocable hasta ahora, a pesar de la ligereza con la que utiliza las redes para propagar desinformación, acosar a sus detractores o radiar toda clase de peligrosas teorías conspiratorias. Según The Washington Post, ha pronunciado más de 18.000 afirmaciones falsas o incorrectas en sus tres años de presidencia. Muchas de ellas en Twitter.

El martes aparecieron las dos primeras advertencias junto a sendos tuits de Trump en los que volvía afirmar que la expansión del voto por correo a la que están recurriendo algunos estados para sortear las complicaciones planteadas por el covid-19 en las elecciones de noviembre conducirán a un fraude monumental. «Se robarán urnas, se falsearán papeletas e incluso se imprimirán ilegalmente o se firmarán de forma fraudulenta», dijo en respuesta a la decisión del gobernador de California de permitir que todos los electores puedan votar por correo. «Esta será una elección amañada. No lo permitiré».

Debajo del tuit apareció una advertencia en azul de la compañía. «Infórmese sobre la realidad del voto por correo». Un enlace que da paso a una aclaración que dice que las afirmaciones del presidente «no están corroboradas, según CNN, The Washington Post y otros». El texto añade que «los expertos sostienen que el voto por correo muy raramente está ligado al fraude» y llega a decir que lo de la elección amañada es una «afirmación falsa». El presidente no tardó en reaccionar acusando a la compañía de «interferir en las elecciones presidenciales» al «reprimir la libertad de expresión».