La Administración del Donald Trump lanzó ayer una nueva norma que apunta a limitar lo que califica de «turismo de nacimiento» de las mujeres que ingresan en Estados Unidos con visas de turista para obtener la ciudadanía para sus bebés nacidos en suelo estadounidense.

Según la normativa, que entrará en vigor hoy, se podría exigir a las mujeres embarazadas que soliciten visas de visitante que demuestren que tienen una razón específica para viajar más allá del parto, como una necesidad médica.

Trump se enfrenta a la reelección en noviembre y está haciendo de la restricción de la inmigración uno de los puntos fuertes de su futura campaña. Durante su presidencia, ha criticado el derecho a obtener la ciudadanía de cualquier persona nacida en Estados Unidos, que se aplica incluso a los niños nacidos de turistas. Pero eliminar ese derecho requeriría un cambio en la Constitucións.

Ninguna ley del país prohíbe que las mujeres extranjeras viajen a Estados Unidos para dar a luz, aunque los funcionarios de los consulados podrían exigir a los visitantes que demuestren que tienen los medios financieros para pagar una intervención médica si es el motivo del viaje.

El Departamento de Estado ha dicho en un comunicado que la nueva regla tiene como objetivo abordar riesgos de seguridad nacional. Los funcionarios consulares deberán investigar a las mujeres viajeras para determinar si pueden estar embarazadas, pero no explica cómo han de tomar tales determinaciones.

Las oenegés y otras voces críticas temen que la nueva regla pueda conducir a la discriminación. «Es absurdo que se convierta a los empleados de embajadas y consulados en policías sobre la reproducción», dijo Kerri Talbot, director del Centro de Inmigración. «Las mujeres tendrán que ocultar sus embarazos solo para obtener una visa de turista para visitar Estados Unidos», subrayó Talbot.

SIGUE EL ‘IMPEACHMENT’ / Por otro lado, continúa el proceso de destitución del presidente norteamericoano Donald Trump, conocido como impeachment. Los legisladores demócratas que hacen de fiscales en el juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzaron ayer la exposición de los argumentos que sustentan la acusación de abuso de poder contra el mandatario por presiones a Ucrania. «El presidente está acusado de abuso de poder por solicitar a una nación extranjera interferir en nuestras elecciones para su propio interés», dijo Jerrold Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara Baja. Para el demócrata, esta es la primera vez en la historia de EEUU que un presidente ha pedido ayuda a una nación extranjera para que le ayude a «hacer trampas» en las elecciones.

«Las pruebas muestran que el presidente puso por delante su interés político personal -agregó Nadler-. Esta conducta no es ‘EEUU, primero’ es ‘Donald Trump, primero».

El jefe del equipo fiscal, Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, recordó que la acusación todavía tiene 16 horas y 42 minutos para presentar sus argumentos.