Estados Unidos, Reino Unido y Francia han lanzado hoy una ofensiva conjunta contra posiciones de Bachar al Asad como represalia por un presunto ataque químico del que culpan al Gobierno sirio. Tras el bombardeo, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha tuiteado: "Misión cumplida".

Relacionadas

"El propósito de nuestra acción esta noche es marcar una fuerte disuasión contra la producción, propagación y uso de armas químicas", ha dicho el mandatario estadounidense, que ha calificado ese objetivo como "vital para los intereses de seguridad nacional" estadounidense. También ha afirmado que Washington y sus aliados estan "preparados para mantener esta respuesta hasta que el régimen sirio acabe con el uso de agentes químicos prohibidos".

Operación de una noche

A falta de conocer el impacto sobre el terreno, todo parece indicar, sin embargo, que se habría tratado de un ataque quirúrgico, rápido y contenido. El tipo de operación por la que abogaban los militares, muy preocupados por la posibilidad de que pudiera desencadenar una escalada bélica con Rusia e Irán, los pilares que sustentan al régimen de Asad. "Hemos utilizado algo más del doble de armas que el año pasado y hemos atacado objetivos selectivos para dañar el programa de armas químicas", ha dicho el secretario de Defensa, James Mattis. Hace poco más de un año, EE UU bombardeó una base aérea cerca de Homs con 58 misiles Tomahawk. El motivo por entonces fue también castigar al régimen por el uso de armas químicas. "Por el momento es una operación de un solo disparo y creo que hemos mandado un mensaje muy duro para disuadirle", ha añadido Mattis.

El jefe del Estado Mayor, Joseph Dunford, ha informado de que antes de que comenzara la operación se informó a Rusia a través de la línea de distensión de que EE UU se disponía a utilizar el espacio aéreo sirio, una medida rutinaria para evitar accidentes indeseados. Pero en ningún caso, sostuvo, se informó de las intenciones, los planes o los objetivos. De acuerdo con el Pentágono, se bombardeó un centro de investigación de armas químicas a las afueras de Damasco, además de un depósito para almacenar presuntamente gas sarín y un centro de mando en las inmediaciones de Homs. Dunford dio también la operación de castigo por finiquitada. "Esta oleada de bombardeos se ha acabado", dijo apenas una hora y media después del inicio oficial de la operación.

En Damasco se escucharon varias explosiones poco antes del amanecer. La televisión siria informó de que los sistemas antimisiles estaban "respondiendo a la agresión americana" y aseguró que se habían interceptado 13 de ellos. El Observatorio Sirio, con sede en Londres, dijo también que el ataque golpeó a la Guardia Republicana siria y la Cuarta División del ejército de Asad, una información no corroborada por el Pentágono.

Desde Londres, la primera ministra británica, Theresa May, ha confirmado la participación en la ofensiva asegurando que “no había alternativa práctica al uso de fuerza”. May ha dicho que el objetivo "no es intervenir en la guerra civil siria" ni forzar un cambio de régimen, como sostiene Moscú. "Es un ataque limitado y selectivo que no contribuye a incrementar las tensiones en la región y hace todo lo posible por evitar bajas civiles". En eso mismo ha insistido también el Pentágono. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha afirmado, por su parte, que el ataque en Siria está "circunscrito a las capacidades de armas químicas del régimen sirio".

Mensaje a Rusia e Irán

Trump ha lanzado también un mensaje a Rusia e Irán, a los que ha acusado de ser los "principales responsables de apoyar, financiar y armar al régimen criminal de Asad. ¿Qué tipo de nación quiere asociarse con un asesino de masas de hombres, mujeres y niños?", ha preguntado. También ha recordado que en 2013 el presidente ruso, Vladimir Putin, prometió garantizar la eliminación de las armas químicas sirias, un pacto que alcanzó con la Administración de Barack Obama. "El ataque reciente de Assad (en Duma) y la respuesta (militar) de hoy es resultado directo del fracaso ruso de mantener esa promesa", ha dicho. "Rusia debe decidir si quiere seguir por ese camino oscuro o si se unirá a naciones civilizadas como fuerza de estabilidad y paz".

Trump llevaba varios días telegrafiando sus intenciones de atacar Siria. Sus amenazas en las redes sociales y el órdago ruso para derribar cualquier misil lanzado sobre el país árabe dispararon el riesgo de confrontación entre las dos potencias nucleares, cuyas relaciones atraviesan por el peor momento desde el final de la guerra fría. El Pentágono aseguró que no tiene constancia de que misiles rusos o iranís trataran de interceptarar el bombardeo estadounidense.