El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reivindicó su «derecho legal» a interferir en casos que lleva el Departamento de Justicia, en medio de la creciente tensión con el fiscal general del país, William Barr.

El mandatario hizo mención en un tuit a una entrevista difundida ayer de Barr con la cadena de televisión ABC, en la que el secretario de Justicia señaló que el presidente nunca le había pedido que hiciera nada en un caso penal. «Esto no significa que yo no tenga, como presidente, el derecho legal de hacerlo, lo tengo, pero he elegido no hacerlo hasta ahora», advirtió Trump en la red social.

En la entrevista, Barr, hasta ahora un fiel aliado de Trump, dijo que las críticas del mandatario le estaban haciendo «imposible» hacer su trabajo y avisó de que no iba a dejarse «intimidar o influir por nadie», después de que el presidente se quejara de la petición de condena para Roger Stone, un estrecho excolaborador suyo declarado culpable de siete cargos por su implicación en la llamada trama rusa.

Precisamente, el pasado viernes el Departamento de Justicia reveló que no imputará al exdirector del FBI Andrew McCabe, considerado como uno de los enemigos de Trump, por mentir a los investigadores sobre una filtración periodística.