El presidente de EEUU, Donald Trump, ha vinculado la respuesta ciudadana por las masacres de El Paso y Ohio, en los que han muerto 30 personas este fin de semana, a la aprobación de su reforma migratoria, que quiere restringir la llegada de inmigrantes al país.

Para el mandatario, en una alocución en la Casa Blanca, ha afirmado que las masacres son "ataques del diablo" contra EEUU y que la reforma migratoria es "urgente".

Trump ha pedido también, a través de su cuenta de Twitter, que se verifiquen los antecedentes de las personas que quieren comprar armas de fuego. Y en su discurso a la nación ha afirmado que perseguirá "el supremacismo blanco, la intolerancia y las ideas racistas", que han sido alentados "por las noticias falsas" y que "internet y las redes sociales han ayudado a radicalizar a la gente". Y ha pedido la pena de muerte para este tipo de "masacres y crímenes por delitos de odio".

También ha culpado a los videojuegos de la violencia y ha prometido cambiar las leyes para poder controlar e ingresar "incluso involuntariamente" a la gente "mentalmente inestable".

FIN DE SEMANA TRÁGICO

El sábado por la mañana, un supremacista blanco de 21 años con un fusil de asalto disparó indiscriminadamente en un centro comercial de El Paso, una ciudad de Texas de mayoría hispana, y mató a 20 personas, además de herir a otras 26. Unas 13 horas después, en Dayton (Ohio), otro joven blanco de 24 años asesinó a nueve personas, entre ellas su hermana y la pareja de esta, y causó heridas a otras 27.

Según el presidente estadounidense, cuya ideología ha alentado los incidentes racistas, republicanos y demócratas deben ponerse de acuerdo para aprobar "una reforma migratoria urgentemente necesaria". "Algo bueno, si no grande, ha de resultar de estas muertes", tuiteó.