El Gobierno turco da porcontrolada la situación en el país y por fracasado el intento de golpe de Estado contra el presidente, Recep Tayyip Erdogan. La intentona golpista le sorprendió de vacaciones, fuera de la capital, Ankara. Pero tras regresar a Estambul, en una comparecencia en el aeropuerto, dijo que la asonada había sido "un acto de traición" y que los responsables "pagarán un alto precio". El primer ministro turco, Binali Yildirim, informó de que al menos 265 personas han muerto -104 de ellas son golpistas y 161, entre civiles y agentes leales al Gobierno- en todo el país durante el intento golpista y 1.440 han resultado heridas. Las autoridades turcas han detenido a más de 3.000 militares supuestamente implicados.

No han sido los únicos acusados de relación con la trama golpista. Un total de 2.745 jueces fueron depuestos del cargo este sábado por su presunta relación con quienes Ankara sostiene que están detrás de la intentona, la cofradía del clérigo musulmán Fetullah Gülen. Además,dos jueces del Tribunal Constitucional están detenidos, bajo sospecha de "involucración en intento de golpe", asegún fuentes oficiales turcas.

Varios activistas defensores de los derechos humanos temen que el golpe fallido se convierta en una excusa para que Erdogan redoble sus esfuerzos para suprimir cualquier asomo de crítica, como ha hecho en los últimos meses con medios de comunicación opositores. Sin embargo, para el Gobierno esta "purga" es lógica: acusan a los "gülenistas" de estar infiltrados en la Magistratura, el Ejército y en los medios de comunicación, entre otros sectores.

Durante unas horas, los golpistas, que llegaron a controlar la televisión estatal y lograron desplegar tropas en zonas estratégicas de las principales ciudades del país, aseguraron que habían tomado el poder, en detrimento del Gobierno democráticamente elegido, con el objetivo de “restablecer el orden constitucional, la democracia, los derechos humanos, las libertades y el imperio de la ley". Aviones de combate y helicópteros sobrevolaron a bajo altura la capital.

La confusión se ha mantenido desde un principio, cuando aviones de combate sobrevolaron Ankara sobre las nueve de la noche de ayer. En un primera comparecencia pública, hecha a través de una videollamada con el teléfono móvil de la presentadora de las noticias de la cadena CNN Türk, Erdogan hizo un llamamiento a los ciudadanos a tomar las calles, las plazas y los aeropuertos para mostrar la unidad y el poder del país.

Varios miles de personas se echaron a la calle, a pesar de que los militares habían anunciado un toque de queda a nivel nacional. “No hay mayor poder que el del pueblo”, dijo Erdogan. El jefe de Estado hizo un llamamiento a los militares a respetar la cadena de mando. Como presidente del país es el Comandante en jefe.

ATAQUE AL PARLAMENTO

En la asonada murieron 17 policías en enfrentamietos con el Ejército, aunque algunas fuentes informaron que 12 personas murieron en la explosión en el Parlamento. La Cámara fue blanco también de los disparos de tanques que rodearon el edificio. Poco después se escucharon dos fuertes explosiones en el centro de la capital y helicópteros de combate abrieron fuego contra el centro que alberga la Agencia Nacional de Inteligencia.

Para el secretario de prensa de la agencia turca de inteligencia (MIT), Nuh Yilmaz, la asonada ha sido dirigida por “un pequeño grupo de militares gülenistas (de la Gendarmería y las Fuerzas del Aire) que sabrían que serían relevados”, dijo en referencia al denominado Movimiento Gülen, liderado por el clérigo Fetullah Gülen, un antiguo aliado de Erdogan convertido en archienemigo y autoexiliado en Estados Unidos.

El Gobierno considera a este movimiento una organización terrorista con infiltrados en la magistratura, el aparato de seguridad y los medios de comunicación. Yilmaz comentó que calculaban que la situación estaría bajo control para esta mañana. Sin embargo, en el momento del cierre de esta edición, a pocas horas de la salida del sol, el ruido de munición y de aviones militares seguía haciendo eco en Estambul.

Según fuentes de la presidencia del país eurasiático, el comunicado de los militares, emitido por la televisión estatal TRT, no fue autorizado por la cadena de mando. Las mismas fuentes confirmó que “un avión de caza F16 derribó un helicóptero Sikorskytomado por los golpistas”, aunque no precisó más detalles. Durante un par de horas, TRT estuvo bajo control golpista, pero las fuerzas leales al Gobierno las lograron desalojar, siempre según la misma fuente.

CIERRE DEL AEROPUERTO

Durante el intento de golpe los aeropuertos permanecieron cerrados y no se permitió despegar a ningún aparato. Solo los vuelos ya en el aire fueron autorizados a aterrizar, al menos en Estambul. Las imágenes de televisión mostraron vehículos militares blindados en el Aeropuerto Internacional Atatürk de Estambul que comenzaron a retirarse pasada la 01:00 de la mañana hora local (una hora menos en España). Fuentes del Gobierno dijeron que se restablecería el tráfico aéreo en pocas horas.

Todos los partidos opositores se manifestaron en contra de la insurrección. En otro hecho insólito, las imágenes de televisión mostraron los habitualmente transitados puentes del Bósforo vacíos de vehículos. La Gendarmería los habría cortado al tráfico.

Por su parte, el expresidente turco Abdullah Gül aseguró que Turquía “no es un país latinoamericano ni africano” y que es “totalmente inaceptable ir en contra de la voluntad nacional”. También urgió a los militares a volver a los cuarteles. Y agregó: “Animo a la gente a que esté tranquila y evite enfrentamientos en su defensa de la democracia”.