La Unión Europea mueve ficha también contra Rusia. Los ministros de Exteriores de la UE han avalado este lunes por unanimidad la iniciativa de Francia y Alemania de castigar a una serie de individuos rusos por el intento de envenenamiento del líder opositor Alekséi Navalni a través del agente químico nervioso Novichok. "Ha habido una aceptación total por parte de todos los estados miembros. Todos han apoyado la propuesta y ahora el Consejo procederá a la implementación práctica", ha explicado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, sobre las pruebas aportadas por París y Berlín.

El siguiente paso ahora será concretar y aprobar la lista de los individuos que serán castigados por su implicación en el intento de asesinato de Navalni, que enfermó durante un vuelo en Siberia el pasado 20 de agosto. "No hemos hablado ni de personas ni de sectores sobre los que vamos a construirlas", ha explicado la jefa de la diplomacia española, Arancha González-Laya. "Lo que puedo decir es que ha habido unanimidad alrededor de la mesa de entender que el 'caso Navalni' es un caso serio y que la utilización de agente químico es un acto que pone en riesgo no solo a la persona contra la que se ha dirigido, sino también a Europa", ha valorado la ministra española.

Además de apuntar a Moscú, los Veintisiete han anunciado la intención de ampliar la lista de sanciones contra Bielorrusia y de actuar esta vez contra su máximo responsable, el presidente Aleksandr Lukashenko, reelegido presidente el pasado 9 de agosto en un proceso electoral fraudulento denunciado por la oposición y la Unión Europea por no respetar los estándares internacionales fijados por la OSCE y al que siguió una dura represión por parte del régimen bielorruso.

Nuevo paquete

"Los ministros han vuelto a confirmar que no cuenta con ninguna legitimidad democrática y han dado luz verde a la preparación de un nuevo paquete de sanciones en el que estará incluido Lukashenko", ha confirmado Borrell, que ha justificado la decisión de incluir al presidente bielorruso, en el poder desde el año 1994, en el empeoramiento de la situación política en el país pese a la tanda de sanciones impuestas el pasado 2 de octubre por la UE contra 40 dirigentes del régimen bielorruso una vez que Chipre retiró su veto a la decisión.

"Ninguna autoridad de Bielorrusia ha mostrado disposición a iniciar debate" y "no aceptan la misión de la OSCE", se ha quejado el político español sobre lo que considera una "falta total" de interés del presidente bielorruso de iniciar contactos o acercarse a una solución democrática. Un diagnóstico compartido por el resto de ministro europeos. "Nada ha mejorado en Bielorrusia. La violencia del régimen Lukashenko y la detención de manifestantes pacíficos continúa", ha alertado el ministro alemán de exteriores, Heiko Maas.

Entre los 40 dirigentes bielorrusos que ya tienen actualmente prohibido viajar o transitar a través del territorio comunitario, y cuyos potenciales bienes en la UE están inmovilizados, figuran el ministro de Interior, Yuri Karaev, como máximo responsable de la campaña de represión e intimidación ejercida desde su ministerio, así como sus cuatro viceministros y altos cargos de la milicia y el Ejército. También figuran responsables de unidades especiales, del Departamento de Seguridad y Protección, de la Policía, la seguridad del Estado y la Comisión Electoral Central.