La Unión Europea (UE) es consciente de que la estabilidad y la seguridad en el Sahel es una prioridad clave en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. De ahí el fuerte apoyo político y financiero que han ofrecido este viernes a los países del G-5 -Mali, Chad, Mauritania, Níger y Burkina Faso- para la puesta en marcha de una nueva fuerza militar conjunta, que contará con 5.000 miembros y aspira a ser operativa en los próximos meses. En total, la aportación europea alcanzará los 176 millones de euros, que sumados a las contribuciones de la comunidad internacional elevan el total a 414 millones.

“El impacto de la inseguridad generado por organizaciones terroristas y grupos criminales se hace sentir en Europa y por eso debemos responder juntos a este reto”, ha reivindicado la responsable de Exteriores de la UE, Federica Mogherini, tras la conferencia de alto nivel organizada este viernes en Bruselas, a la que han asistido 60 delegaciones y 32 jefes de Estado y de Gobierno. La cifra finalmente conseguida “va más allá de lo que esperábamos en un principio”, ha destacado la italiana.

Una cifra que entre los africanos sabe todavía a poco. “Las necesidades de la fuerza mixta son de 423 millones el primer año, pero también habrá que movilizar 115 millones anuales en los siguientes y no sabemos cuánto tiempo será necesario realizar esta inversión contra el terrorismo”, ha destacado el presidente de Niger y del G-5, Issofou Mahamadou, contento con los resultados pero consciente de que la aportación solo alcanza para el primer año de funcionamiento y que buena parte de la solución pasa por reconducir la situación en Libia.

La caldera libia

“El caos que reina en Libia explica la degradación de la seguridad en el Sahel. Mientras no logremos apagar la caldera libia va a ser muy difícil garantizar la estabilidad”, ha avisado. Mahamadou ha advertido de la fuente de preocupación que es la frontera con Libia y el hecho de que el territorio se haya convertido en un polo de atracción para muchos terroristas del Estado Islámico que pueden aprovechar la situación para ganar territorio en la zona.

“Estoy convencido de que si el día de mañana los terroristas vencen en el Sahel eso va a suponer una amenaza para Europa”, ha avisado. “La comunidad internacional no puede desentenderse. Tiene que involucrarse en las consecuencias de una decisión que tomaron. Yo no participé en la decisión de intervenir en Libia pero ha tenido consecuencias para nosotros”, ha recordado el presidente de Níger, quien ha reivindicado la necesidad de que la ayuda sea permanente y la posibilidad de utilizar la fuerza. "Hace falta una movilización mayor del conjunto de la comunidad internacional, como lo ha hecho en Irak, en Siria", ha reclamado por su parte el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat.