El Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela se reunió ayer por primera vez en Montevideo bajo la presidencia de la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior y Seguridad, Federica Mogherini, y del presidente del país suramericano, Tabaré Vázquez. En el grupo participa España, Francia, Alemania, Holanda, Portugal, Suecia, el Reino Unido, así como Costa Rica, Ecuador, Bolivia, Italia, México y Uruguay. De todos ellos, solo estos cuatro últimos no han reconocido como presidente interino de Venezuela a Juan Guaidó. En la reunión México y Uruguay presentaron el llamado Mecanismo de Montevideo, un plan que busca el diálogo entre el oficialismo venezolano y la oposición que derive en una negociación que permita una salida pacífica.

Mogherini señaló que es «fundamental evitar la violencia interna y la intervención externa y abrir un camino para un proceso político creíble que conduzca a elecciones anticipadas», así como un «esfuerzo común» para la llegada de la ayuda humanitaria a Venezuela. La jefa de la diplomacia europea reconoció que no tenía esperanzas «particulares» en el proceso iniciado ayer en Montevideo, pero que el Grupo tiene la «responsabilidad» de intentar contribuir a una solución «pacífica» ante los «riesgos de que se llegue a usar la fuerza».

El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, por su lado, dijo desde Montevideo que el objetivo del Grupo, así como del Gobierno español, es «impulsar y ayudar a que se celebre unas elecciones presidenciales» en Venezuela.

Maduro ha dado su apoyo al plan de México y Uruguay porque es un claro llamamiento al diálogo. Una alternativa a la que se opone Guaidó que solo acepta la caída del líder chavista Maduro para convocar en unos meses elecciones presidenciales.

España y varios países europeos dieron un plazo de ocho días -que venció el pasado lunes- para que Maduro convocara esos comicios de lo contrario no lo reconocerían como el presidente legítimo de Venezuela. El plazo venció y el líder chavista, más aislado que nunca, intenta ahora evitar que se produzca una escisión dentro de la cúpula del Ejército, que por ahora se mantiene fiel al presidente. Maduro cuenta, además, con importantes aliados del exterior, como Rusia, China, y Turquía, además de Biolorrusia, Nicaragua e Irán, mientras que Italia, Chipre, Eslovaquia y Rumanía no han reconocido como presidente interino a su rival.

GANAR TIEMPO / El Grupo de Contacto se ha marcado un máximo de 90 días para intentar sacar algo en claro. Durante este periodo, la UE espera «un gesto» de Caracas como la liberación de los presos políticos y la restitución de los poderes de la Asamblea Nacional para continuar con el proceso. Si pasado este tiempo no hay resultados se pondrá fin a su labor. La oposición venezolana desconfía de esta iniciativa al considera que solo sirve para que Maduro gane tiempo. Guaidó invitó ayer al Papa a «colaborar» para que puedan celebrarse «unas elecciones verdaderamente libres» en el país, después de que Maduro pidiera esta semana la mediación de Francisco para reactivar el diálogo entre las dos partes.

Por su lado, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, expresó ayer su «preocupación» por que la reunión de Montevideo sirva para «presionar» a Maduro y no para promover el diálogo entre la oposición y las «autoridades legítimas» de Venezuela. Riabkov lamentó además que Rusia no haya sido invitada aunque solo fuera como «observador» a la cita de Montevideo.