Las autoridades nacionales son y seguirán siendo las responsables de controlar sus fronteras exteriores pero en caso de necesidad tendrán un cuerpo de guarda costas y fronteras europeo, con 1.500 agentes en una reserva, al que pedir ayuda urgente en caso de afluencia masiva de refugiados. La Unión Europea inaugura hoy en el simbólico paso fronterizo de Kapitan Andreevo, en la frontera entre Bulgaria y Turquía, la nueva agencia llamada a sustituir a Frontex.

Gracias al nuevo mandato, la agencia verá aumentados sus recursos al pasar su presupuesto de los 238 millones en 2016 hasta los 281 en 2017 y los 322 en 2020. Además duplicará su personal, con la idea de pasar de los 417 funcionarios actuales al millar en cuatro años, y también verá expandidas sus responsabilidades.

Por ejemplo, en el futuro será capaz de adquirir equipamiento -algo que hasta ahora no podía dependiendo de los barcos, aviones y material que prestaban los estados miembros- y desplegar guardas de fronteras con rapidez sin depender tanto de la voluntad de los Estados miembros.

Aunque no contará con agentes propios -más allá del personal de la agencia- sí dispondrá de una lista de reserva con al menos 1.500 agentes y equipamiento -aviones, helicópteros, barcos, vehículos…- que podrá utilizar de forma casi inmediata. España, según el reparto, tendrá que aportar 111 guardas de fronteras y costas, el cuarto país por detrás de Alemania (225), Francia (170) e Italia (125).

Aunque inicialmente la Comisión Europea propuso la idea de que la agencia pudiera poner en marcha operaciones de emergencia sin el consentimiento de un estado miembro finalmente solo será posible como último recurso y siempre que el Consejo -donde se sientan los representantes de los 28 gobiernos- determine que las medidas de control de un Estado miembro son ineficaces y ponen en riesgo el funcionamiento del espacio de libre circulación de Schengen.

La tarea principal de este cuerpo seguirá siendo la de vigilar los flujos migratorios, realizar análisis de riesgo, evaluar la gestión de las fronteras exteriores y apoyar las operaciones de búsqueda y rescate. Hasta ahora Frontex coordinaba en algunas ocasiones vuelos de repatriación de inmigrantes. A partir de ahora la agencia asumirá un papel más importante en este terreno.

La inauguración coincide con una semana especialmente dramática desde el punto de vista migratorio, con más de 10.000 inmigrantes rescatados en aguas del mediterráneo en los últimos días y una “montaña de muertos”, según la organización Proactiva Open Arms. Al acto en la frontera turco-búlgara acuden el primer ministro búlgaro Boiko Borissov, varios de sus ministros así como representantes de la presidencia eslovaca de turno de la UE, el comisario de inmigración, Dimitrios Avramopoulos y el director ejecutivo de la agencia, Fabrice Leggeri.