Todos los inmigrantes y refugiados que lleguen de forma irregular a partir de este domingo 20 de marzo a las islas griegas serán devueltos a Turquía. Los 28 Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea acaban de cerrar un acuerdo en Bruselas sobre las condiciones y contrapartidas para poner en marcha un pacto que tendrá ahora que ser refrendado por el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu.

Aunque el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, no ha anunciado todavía oficialmente el acuerdo, hay varios mandatarios europeos que lo confirmaban pasadas las tres de la tarde en su cuenta de Twitter. Desde el primer ministro de Finlandia hasta el de la República checa y hasta la delegación chipriota agradecía a Tusk su trabajo en esta negociación.

"De forma individula"

El acuerdo, según fuentes comunitarias, recoge que la entrada en vigor será automática, desde este mismo domingo, y que respetará la legislación internacional. Entre los retoques introducidos al texto para solventar las dudas legales de muchas delegaciones se subraya que las solicitudes de asilo que se presenten en las islas griegas a partir del domingo serán examinadas de forma individual, que no habrá “expulsiones colectivas” y que se respetará el principio de no habrá expulsiones en caliente.

A cambio, los Veintiocho aceptarían abrir un nuevo capítulo en las negociaciones de adhesión, uno de los elementos que más cocina ha necesitado en estos dos días de negociaciones. La Unión Europea mantiene ocho capítulos bloqueados desde el año 2008, tras la decisión de Ankara de no aplicar el protocolo de unión aduanera a Chipre -país al que no reconoce- y no abrir sus puertos y aeropuertos a este país.

El presidente chipriota, Nicos Anastasiades, había anunciado su intención de vetar la apertura de estos capítulos, cinco de los cuáles Ankara exigía empezar a negociar ya. Finalmente, ninguno de estos cinco serán abiertos pero la UE accede a lanzar las negociaciones del capítulo 33 dedicado al presupuesto antes de finales de junio.

Además, la UE accedería a identificar nuevos proyectos en el plazo de una semana a los que asignar parte de los 3.000 millones de euros ya prometidos a Turquía el año pasado. Una de las principales quejas del gobierno de Tayyip Erdogan es que el dinero sigue sin llegar a Ankara y que es necesario acelerar el desembolso.

El texto, que ha sufrido algunos retoques, deberá ser ratificado ahora por el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, en una sesión de trabajo conjunta con los 28 Jefes de Estado y de Gobierno de la UE.