«Defendamos Italia», «Liberemos el Sur». Son los eslóganes con los que Giorgia Meloni, fundadora y líder de los Hermanos de Italia (FdI), ha hecho campaña electoral en Las Marcas, donde ha logrado desbancar a la izquierda. No se ha tratado de una votación emotiva de los electores, sino que la victoria viene de lejos y ha sido concebida en silencio. Se trata de la primera victoria de la ultraderecha en una autonomía italiana.

El nombre Las Marcas significa frontera, un confín inventado en la Edad Media, en el que terminaba el imperio cristiano y empezaban los bárbaros. Y Las Marcas siguen siendo tierra de frontera y de experimentación, no solo políticamente, sino también para la economía, lo social y la educación.

Francesco Acquaroli, de 46 años, ganó las elecciones autonómicas del domingo y lunes con un 48,1% de los votos, arropado por Meloni, la periodista y política que en el 2012 se separó del Pueblo de las Libertades de Silvio Berlusconi, fundando Hermanos de Italia (FdI).

Los FdI son los herederos del fascismo, aunque en versión moderna, reformada y actualizada. Reconstruyendo su árbol genealógico, hay que pasar por Alianza Nacional (AN) y, antes, por el Movimiento Social Italiano (MSI), fundado y guiado por Giorgio Almirante. Hermanos de Italia se presentaba junto con la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Berlusconi, pero Meloni impuso su candidato.

Giorgia Meloni es bastante popular en Italia porque es una persona muy cercana y directa. Su apariencia, diminuta y pacífica, es engañosa, como demuestra la victoria en Las Marcas.

El triunfo se fraguaba desde hace años y no en los ambientes políticos, sino económicos e incluso geoestratégicos. Las Marcas no miran hacia Roma, sino hacia Croacia, Montenegro y, más allá, hacia Turquía y hacia Rusia. El gasoducto que desde el Cáucaso llegará a Europa para diversificar las fuentes de energía pisará los olivares de Las Marcas. La región cuenta con numerosos centros de análisis bien conectados con el Este de Europa y con cenáculos políticos que sintonizan más con la derecha que con la izquierda y bien conectados con Meloni. Nada que ver con la poética de Giacomo Leopardi, hijo de aquella tierra. H