Hubo suspense hasta el final porque, al salir de las urnas sin mayoría absoluta, las llaves de la alcaldía estaban en manos de los 101 consejeros municipales que este sábado le abrieron finalmente las puertas del consistorio. A sus 63 años, la médico de la Seguridad Social Michèle Rubirola ha puesto fin a un cuarto de siglo de reinado de la derecha convirtiéndose en la primera alcaldesa de Marsella al frente de una inédita coalición formada por ecologistas y partidos de izquierda.

«Sobre Marsella ha soplado un gran viento de libertad, igualdad y fraternidad. Siento un enorme orgullo al representaros. Seré la alcaldesa de todos los marselleses», dijo emocionada al tomar posesión del cargo tras recibir la banda tricolor de manos de su predecesor, el octogenario barón de Los Republicanos Jean-Claude Gaudin.

Hace tan solo unos meses, ni Gaudin ni la mayoría de los marselleses conocían a Rubirola, nieta de inmigrantes catalanes y napolitanos que de pequeña soñaba con trabajar en África como voluntaria. Militante de izquierdas desde los 70 y ecologista convencida, se unió en el 2002 al partido Europa Ecología Los Verdes, pero le costó aceptar la cabeza de cartel de Primavera Marsellesa, una gran alianza nacida tras el drama de la calle Aubagne que, en el 2018, provocó ocho muertos por el desplome de varios edificios. Antes de la segunda vuelta electoral del 28 de junio hizo campaña en sus días libres, porque en plena crisis del covid-19 se dedicó más a la medicina que a la política. Para Noël Mamère, antiguo candidato ecologista a las presidenciales del 2002, en su triunfo han podido pesar sus fuertes vínculos con la ciudad y su capacidad para unir.