Los franceses han vuelto a manifestarse en contra de la reforma laboral del presidente François Hollande por undécima vez desde el pasado mes de marzo. La nueva jornada de movilización, que este martes ha sacado a las calles de París a 55.000 personas, según los sindicatos, coincide con el voto del proyecto de ley en el Senado, donde la mayoría conservadora ha endurecido tanto el texto que elimina ‘de facto’ el límite de las 35 horas semanales. En toda Francia han desfilado entre 64.000 y 200.000 manifestantes.

No obstante, la verdadera batalla se librará en la Asamblea Nacional a partir del próximo 5 de julio. Allí, el Gobierno puede optar por volver a la primera versión, aprobada por decreto el pasado mayo, o por introducir modificaciones en el controvertido artículo 2que da prioridad a los acuerdos empresariales frente a los sectoriales.

El primer ministro, Manuel Valls, retomará este miércoles el diálogo con los líderes sindicales, que esperan encontrar muestras de flexibilidad en el primer ministro, hasta ahora totalmente contrario a ceder un ápice en la filosofía de la reforma.

"VOTACIÓN CIUDADANA"

Por otra parte, las centrales sindicales han hecho llegar este martes al Elíseo el resultado de una “votación ciudadana” sobre la reforma según la cual el 92% de los 800.000 participantes en la consulta han votado a favor de la retirada del texto.

Mientras, el 73% de los franceses se oponen a que el Gobierno recurra de nuevo al artículo 49.3 de la Constitución para sacar adelante la polémica reforma sin someterla al voto de la Asamblea Nacional, según un sondeo publicado por Le Parisien, France Info y MCI.