El primer ministro, Manuel Valls, ha sido abucheado este lunes en Niza a su llegada al Paseo de los Ingleses poco antes de las 12.00 horas para participar en el minuto de silencio decretado en todo el país en honor a las víctimas del atentado del pasado jueves.

El homenaje ha sido multitudinario en el escenario de la matanza en la que fallecieron 84 personas. La tensión era palpable en el ambiente cuando el cortejo del primer ministro hizo acto de presencia. Muchos ciudadanos recibieron a Valls con gritos y reclamando su dimisión, mientras aplaudían vivamente a policías y servicios de socorro.

ACUSACIONES DE SARKOZY

El atentado de Niza, el tercero que vive Francia en dieciocho meses y a diez de las elecciones presidenciales, ha hecho saltar definitivamente por los aires la unidad de la clase política mostrada tras el ataque a Charlie Hebdo en enero del 2025.

Los llamamientos del presidente François Hollande a preservar la “cohesión nacional” no han impedido las críticas reiteradas de la oposición a la política antiterrorista del Gobierno, que pueden avivar las tensiones de una sociedad confrontada a la vez al aumento del yihadismo y al populismo de la extrema derecha.

A las acusaciones lanzadas por el ex primer ministro Alain Juppé -candidato a las primarias de su partido, ‘Los Republicanos’, para liderar la carrera hacia el Elíseo-, quien reprochó al Ejecutivo no haber hecho lo suficiente para evitar el drama de Niza, se ha unido este domingo Nicolas Sarkozy, principal rival de Juppé en la liza interna para encabezar el cartel electoral del 2017.

ELLOS O NOSOTROS

El expresidente francés ha dicho en una entrevista en la cadena de televisión TF1 que “no se ha hecho todo lo que tendría que haberse hecho desde hace 18 meses”. “Estamos en guerra, en una guerra total. Nuestros enemigos no tienen tabúes, fronteras ni principios, así que voy a usar palabras fuertes: Serán ellos o nosotros”.

Para ganar esta guerra, el jefe de filas de ‘Los Republicanos’ ha aconsejado al Gobierno llamar al enemigo por su nombre, subrayando que el autor del ataque contra la multitud que había acudido a presenciar los fuegos artificiales en el Paseo de los Ingleses siguió un modo de actuación recomendado por Daesh en Internet.

“Hay que dejar de decir que son desequilibrados. Estamos frente a un terrorismo islámico y hay que estar decididos a combatirlo”, ha insistido. A continuación, enumeró una serie de propuestas.

Entre ellas, tipificar como delito la consulta de web yihadistas; expulsar del país a los extranjeros que figuren en los ficheros de la policía como radicalizados; colocar a los nacionales bajo arresto domiciliario con un brazalete electrónico; crear centros de desradicalización en las prisiones y aislar a todos los condenados por delitos vinculados con el islamismo radical.

Además, propone dar a las delegaciones del Gobierno la potestad para cerrar mezquitas que tengan cualquier tipo de vínculo con el salafismo y expulsar a los imanes radicales, iniciativa esta última en la que Sarkozy coincide con el Frente Nacional.

El primer ministro, Manuel Valls, y el titular de Interior, Bernard Cazeneuve, han respondido a Sarkozy defendiendo el balance del Ejecutivo y recordándole que fue precisamente bajo su mandato cuando se suprimieron numerosos puestos de policía. “Ningún gobierno ha hecho tanto para luchar contra el terrorismo”, han señalado.