Un total de 18 personas murieron el pasado fin de semanaen los municipios de Acapulco y Los Cabos, en la costa pacífica de México, en varios enfrentamientos entre grupos de civiles armados y agentes policiales.

En la comunidad rural de La Concepción, en Acapulco, ocho personas perdieron la vida a causa de un ataque armado de milicianos que se oponen al proyecto hidroeléctrico La Presa. Además, tres milicianos fueron abatidos por los tiros de la policía. Por otro lado, la noche del sábado hubo siete víctimas durante un tiroteo en San José del Cabo (Baja California Sur), por un enfrentamiento entre sicarios y miembros de la Marina Armada.

A inicios del 2017, Cancún y otros destinos de la turística Riviera Maya, en el sudeste del país, fueron sacudidos por una violencia inusual en la zona, con ataques armados que se cobraron la vida de turistas extranjeros y del país.