Contentos por reencontrarse con los amigos, un poco nerviosos por el miedo al contagio, para algunos alumnos británicos llegó este martes el momento de volver a clase. Después de cinco meses sin pisar las aulas, el retorno al colegio en el Reino Unido ha comenzado por Escocia. Las escuelas en las islas de Shetland y en la región de los Borders fueron las primeras en reabrir el martes sus puertas.

La llegada de los estudiantes a primera hora marcó el comienzo de un plan escalonado, controlado por las autoridades locales, que debe culminar con todos los alumnos escoceses, en torno a 700.000, sentados en sus pupitres el 18 de agosto. Así arrancará un nuevo curso lleno de interrogantes. En la vecina Inglaterra la vuelta a la vida escolar, prevista para septiembre, es contemplada con gran aprensión.

NERVIOS Y ANSIEDAD

Cargados con bolsas y mochilas, pero sin mascarilla (es voluntaria, para ellos y para el personal) algunos chicos y chicas declaraban no poder esperar para ver a sus compañeros. "Ha sido mucho tiempo, va a ser estupendo", contaba una niña de 12 años. "Durante el confinamiento estábamos en contacto, pero al final ya no sabías de qué hablar, porque no pasaba nada", comentaba otro chaval. Algunos tenían la vista puesta en futuros exámenes y en cómo recuperar el tiempo perdido. A otro, lo que más le preocupaba era no contagiar a su abuela.

La ministra principal, Nicola Sturgeon, que ha empujado desde el Gobierno autónomo la reapertura, insistió en que se está tratando de hacer de manera "segura y efectiva", aunque reconoció que "va a haber nervios y ansiedad entre los niños, los padres y profesores esta semana", algo "perfectamente comprensible". No obstante, señaló: "Todos nosotros sabemos que la reapertura de las escuelas es fundamental para los niños, su educación, su desarrollo personal".

Los colegios han remodelado la distribución de espacios, buscando la mayor seguridad, con puertas de entrada única diferente de las de la salida. Se tratará de limitar la cantidad de alumnos que deambulan al mismo tiempo por el edificio, y se intentará que permanezcan lo más distanciados posible. "Hay un poco de ansiedad, pero para eso estamos aquí, para hacer que todo esto sea rutinario", declaraba a la BBC Jill Lothian, directora de la Kelso High School en los Borders. En el centro cada clase tiene un "punto de limpieza" con desinfectante para que los alumnos limpien las sillas y mesas.

CIERRE DE PUBS

Según un sondeo del sindicato de enseñantes escocés, EIS, sólo el 18% de los 24.000 profesores interrogados están convencidos de que el retorno al colegio no implica peligro de contagio. Las dudas aumentan especialmente en Aberdeen, donde un brote de covid-19 ha obligado a volver a cerrar pubs, bares y a limitar los desplazamientos.

El cierre de los pubs y otros lugares de diversión colectiva es lo que están pidiendo algunos expertos, a cambio de reabrir plenamente las escuelas en Inglaterra, para poder mantener a raya la epidemia. El intento fallido de retorno a clase en junio podría volver a repetirse en septiembre. Boris Johnson se enfrenta a un nuevo pulso con los profesores. Un sindicato propone alternar la presencia de los estudiantes, que acudirían dos semanas al mes en total a clase, para evitar el contacto. Otro sindicado de educación, NEU, ha facilitado a sus miembros una lista con 200 medidas sanitarias a tomar para lograr una protección efectiva. También acusan al Gobierno de no tener un plan alternativo en caso de una segunda ola de contagios masivos.