Puro desparpajo y un talento descomunal. Así se podría definir a los integrantes del Benjamín B del Villarreal CF, que esta temporada están demostrando ser una piña fuera del terreno de juego y eso se refleja en el mismo campo. Buen juego, goles y sobre todo jugadas increíbles realizadas por jugadores de tan solo ocho y nueve años.

Hasta cuatro entrenadores (Carlos Sorribes, Carlos Gracia, Álvaro Peris y Carlos Bou) se preocupan de que su evolución como futbolistas y como personas sea la adecuada. Están en todo, cada uno de ellos hace seguimiento a tres jugadores en los entrenamientos con tal de que cumplan sus objetivos individuales marcados por ellos mismos. En la Cantera Grogueta se pretende que los futbolistas sean autónomos y por ello, son los propios canteranos los que en consenso con los entrenadores, elijen aquellos aspectos del juego en los que creen que deben mejorar.

“Vamos poco a poco mejorando conceptos. Más que entrenadores somos unos guías porque son los jugadores los que nos dicen en lo que necesitan mejorar”, comenta Carlos Bou, uno de los técnicos.

Todo está estudiado al milímetro. La profesionalidad es máxima. Tanto, que incluso se graban los entrenamientos con un Go Pro que se van intercambiando los técnicos para grabar todos los ejercicios realizados a lo largo de los entrenamientos.

“Creo que nuestro punto fuerte es la cohesión de grupo que hay. Todos los chavales trabaja muy duro en cada entrenamiento. Todos vienen con muchas ganas de seguir mejorando”, asegura Carlos Bou.

En cuanto a los jóvenes futbolistas hay un cóctel perfecto que funciona sobre el terreno de juego. Unos son más descarados, otros más tímidos, pero todos se desatan cuando se calzan las botas y empiezan a inventar.

UNA FAMILIA // “Lo más importante es que les guste el deporte. Solo intentamos que se diviertan. No les pedimos que consigan resultados y sí que vayan evolucionando día a día”, asevera Carlos Bou.

El Benjamín B del Villarreal crece a pasos agigantados. Sus jugadores lo tienen todo para llegar algún día a defender los intereses del primer equipo. Talento y ganas seguro que no les faltan. Su grito de guerra está claro: “¿Qué vamos a hacer? ¡Ganar, ganar y ganar, Villarreal! H