El benjamín A del Amics Castelló es un equipo muy especial. Son niños y actúan como tales, pero si se habla de baloncesto se transforman y se comportan como adultos… o quizás mejor.

Así lo opina su entrenador, que no es otro que Alberto Fernández Vaca, jugador de la primera plantilla de LEB Oro. Él sabe mejor que nadie lo que supone trabajar al máximo para alcanzar el sueño de triunfar (no hay que olvidar su paso por la cantera del FC Barcelona); y no sale de su asombro al ver la actitud de sus aprendices. “Estoy muy contento. Es una gozada ver en estas edades tanto compromiso e ilusión. Es increíble el esfuerzo y sacrificio que emplean. Cuando entrenan o juegan están al máximo, se ponen a piñón y no paran ni un minuto”, indica con asombro.

Estos chicos compiten en la liga benjamín del Patronat d’Esports, donde lo dan todo para enfrentarse a rivales de mayor edad y físico. “Todos son benjamines de primer años excepto dos que aún son prebenjamines. Con ellos, mi objetivo es que aprendan los fundamentos básicos y que disfruten, además de inculcar valores como compañerismo, sacrificio… algo básico en el deporte”, indica Alberto, quien por su doble condición de entrenador y jugador del primer equipo se convierte en un ídolo para estos niños. “Les hace mucho ilusión verme en los partidos. Son los que vienen primero a saludar cuando acaba un partido y a dar la enhorabuena si hemos ganado”, añade.

Pese a su juventud, 25 años, ya tiene una destacable experiencia de cuatro temporadas como técnico de base. “Soy jugador, pero la labor de entrenador es muy gratificante y espero seguir siempre que lo pueda compaginar”, explica. Alberto cuenta esta temporada con el apoyo de Guillermo Prats para cuando sus compromisos en LEB Oro le coinciden con su labor de técnico. “Es un lujo tenerlo de compañero, es un entrenador de un grandísimo nivel. Le estoy muy agradecido porque este año me pierdo bastantes sesiones, pero gracias a él lo puedo compaginar”. H