Toda una vida vestidos de amarillo. Los vila-realenses Pau Torres y Migue Leal tienen solo 19 años recién cumplidos y ya llevan 13 en la Cantera Grogueta. Son ‘groguets’ de pura cepa. Ambos brillan en el Juvenil A de División de Honor, ya que son indiscutibles para Javi Calleja dentro de un equipo que es líder en solitario. Pau es un potente central de 1’91 que saca el balón jugado, mientras que Migue es un portentoso lateral derecho que no se cansa de subir su banda y colocar centros milimétricos.

Desde que empezaran a vestirse de amarillo hace 13 años han jugado en el mismo equipo, a excepción de alguna temporada. Además, forman parte de la misma peña de Vila-real, por lo que su relación es excelente tanto dentro como fuera del terreno de juego. Con solo una mirada saben lo que piensa el otro.

Ellos dos son solo una representación de los más de 200 jóvenes talentos que juegan en la Cantera Grogueta y que son naturales de Vila-real. Su sentimiento por el club va más allá de la pasión por el fútbol. Se han criado con el Submarino en la élite.

TODA UNA VIDA // “Mi primer recuerdo es cuando nos entrenaba Luis Arnau a los dos, que luego llegó incluso al primer equipo como preparador físico. También me acuerdo de muchos compañeros que he tenido durante todos estos años”, comenta Pau Torres.

Por su parte, Migue reconoce que su mejor recuerdo de todo este tiempo es relativamente reciente: “Mi mejor recuerdo es cuando ganamos la Liga y la Copa de Campeones con el Juvenil la temporada pasada”.

Pese a ser de Vila-real y tener a su familia cerca, ninguno de los dos lo ha tenido nada fácil para hacerse un nombre entre los cientos de canteranos amarillos. Por ello, mandan un mensaje de ánimo para los vila-realenses más pequeños. “Al principio sus compañeros de la Residencia pensarán que por ser de Vila-real tienen más privilegios, pero se equivocan. Hay que esforzarse día a día y hacerse un hueco”, asevera Pau. Migue es incluso más contundente: “Que trabajen mucho porque al final llega la recompensa. A mí me ha pasado. Lo importante es que jueguen con ilusión”.

Para finalizar, los jóvenes cracks del juvenil A descubren cuáles son sus planes de futuro. “Es el club de mi vida y espero seguir muchos más años aquí”, afirma Pau. Migue se muestra ilusionado con la posibilidad de llegar al primer equipo: “Mi sueño sería debutar en El Madrigal. Sería lo mejor que me podría pasar”.

RETO INMINENTE // Su objetivo más inmediato es repetir la gesta con el juvenil A, que es líder de su grupo en División de Honor. “Estamos bien, pero todavía nos quedan diez finales por delante en las que tendremos que dar el máximo para sumar de tres en tres”, analiza Pau.

Si los dos llegaran al primer equipo batirían un récord de estancia en el club de sus amores. Pura sangre amarilla. H