La trayectoria del futbolista Jaime García Vivas ha dado un salto desde su llegada a la cantera del CF Borriol, en la que está disputando su tercera temporada. Con edad de juvenil ya forma parte de la plantilla del filial y entrena con el primer equipo. El joven portero también da sus primeros pasos como entrenador dirigiendo al prebenjamín B.

--¿Qué te atrajo del fútbol?

-Empecé jugando en el colegio como todo el mundo, para hacer amigos. Es un deporte que tiene valores importantes, como el esfuerzo, el compañerismo y el sacrificio, aprender que para conseguir algo te tiene que costar.

--¿Siempre has sido portero?

-En el patio del colegio jugué algo de delantero, pero desde el primer día que formé parte de un equipo me puse bajo los palos, el entrenador me dijo que siguiera ahí y ya llevo un tiempo. De pequeños todos queremos marcar goles, pero vas probando posiciones hasta que encuentras una en la que estás cómodo, aunque no sea siempre la que hubieras pensado en un principio.

--¿Cómo vives tu actual momento en el CF Borriol?

-Desde que llegué aquí he ido a más. Es un privilegio entrenar a veces con el primer equipo y supone un premio estar en un grupo de varios compañeros que hemos subido al filial aunque tenemos edad de juveniles, para saber lo que es el fútbol de verdad. Esta experiencia me sirve para ser constante en el esfuerzo.

--¿Por qué decidiste entrenar?

-A mí el fútbol me apasiona, siempre me he implicado mucho. Soy analítico y trato de posicionar mejor a mis compañeros de equipo en el campo. Quiero jugar mientras esté motivado y tenga ganas de seguir, pero mi meta final es ser entrenador, y el trabajo con el prebenjamín B me está aportando mucho, no solo como técnico sino también como persona. Me ha enseñado a tener paciencia y a manejar todo tipo de situaciones, puesto que cada niño es un mundo.

--¿Cómo surgió la posibilidad de dirigir al prebenjamín B?

-Ya estuve dos años entrenando porteros de todas las edades en el CD Drac Castellón. Fue una gran etapa pero no podía dejar escapar la oferta del Borriol para entrenar. Son niños de 6 años, muchos de los cuales no habían jugado nunca a fútbol y han sabido interiorizar muchos conceptos básicos conmigo. El vínculo entre entrenador y jugador es muy importante, tienes que hacer de padre, psicólogo... para que cada vez que los niños vengan a entrenar lo hagan con una sonrisa. H