El pleno del Ayuntamiento de Almassora aprobó ayer el plan anual de control financiero del 2017, el más exhaustivo desde que entró en vigor esta herramienta, el año pasado. En su tercer ejercicio en vigor, el plan irá más allá e incorporará, como novedad, la fiscalización de los contratos no menores, como ya publicó Mediterráneo, de manera que la gestión económica municipal será más puntillosa que nunca como ejemplo de transparencia y para prevenir la corrupción.

Según recordó el concejal de Hacienda, Roger Beltrán, en la actualidad se auditan las facturas menores mediante técnicas de muestreo, de manera que Intervención comprueba si los gestores han consultado distintas ofertas y si las elegidas se ajustan a los precios del mercado. Sin embargo, a partir del próximo año el proceso se adentrará también en el detalle de este tipo de contratos, añadió Beltrán.