P er ordre de la senyora alcaldessa...” Almassora ya está de fiesta. Así lo ratificaron ayer los versos del pregoner, Jaume Vaquer, ante la tribuna de autoridades, presidida por primera vez por Susanna Nicolau. El acto tuvo lugar al final de la cabalgata y contó con la presencia de la reina, Marta Gargallo, y sus damas como testigos.

El desfile, enmarcado en los festejos que la localidad celebra en honor a Santa Quitèria, arrancó a las 17.00 horas desde la avenida José Ortiz, donde las máximas representantes vieron pasar a las carrozas de los parvularios, colegios y asociaciones de la sección especial y grupos de animación.

Las calles San Luis, Santa Quitèria, San Marcos, San Ramón y Trinidad se fueron llenando de confeti al paso del pregón, que continuó con la parte histórica al toque de Tambors de Passió. Una edición más, llamaron la atención las filaes de la Asociación de Moros y Cristianos de Almassora.

La cocción de la caldera de arroz en uno de los carruajes encabezó la sección costumbrista con los gigantes y cabezudos Llorenç, Quiterieta, Ben-Afelí, Malafa i Panderoleta. Las alumnas de la Escola Municipal de Dança Tradicional El Torrelló d’Almassora bailaron al ritmo de la Colla de Dolçainers i Tabaleters Les Goles. La reina cerró la cabalgata junto a sus damas Aida Calero, Andrea Leva, África Martínez, Laura Falcó, Ana Moliner y Laura Brisach que repartieron los 600 kilos de caramelos al público. H