Las excavaciones en el yacimiento ibérico del Torrelló de Almassora iniciadas el pasado mes de octubre han llegado a su fin después de dejar al descubierto multitud de nuevos elementos que amplían las teorías de los arqueólogos con respecto al antiguo poblado. Por un lado, los trabajos han permitido sacar al exterior un nuevo muro en el lado este del asentamiento, separado de la muralla principal y que daría indicios de la estrategia defensiva que los pobladores del asentamiento habrían utilizado.

Tal como indica el arqueólogo municipal, Gerardo Clausell, una de las teorías es que esta estructura habría sido utilizada para crear una calle exterior que representaría el único punto de acceso al poblado. Esta comunidad habrían podido utilizar el recién descubierto muro para ubicar puntos de vigilancia y mejorar así la seguridad del asentamiento.