Decía el ganador de la primera etapa que iba a ser difícil conservar el liderato. Y no fue difícil, fue imposible. La etapa reina fue todo un ejemplo táctico y además con sorpresa. Todo parecía indicar que Guerola y Azysa serían los rivales más peligrosos de Ajuntament Tarragona a la hora de defender el maillot amarillo, pero había un convidado, que no era de piedra y se sumó a la fiesta: Mutualidad Levantina.

Puso hombres por delante desde el principio y esperó pacientemente a que el líder fuera quedándose sin compañeros para lanzar la estocada definitiva en las rampas del mítico puerto de La Bandereta, por medio de su mejor hombre en la general, Eloy Teruel, que alcanzó a sus compañeros Ferrer y Martínez, que transitaban en cabeza junto a Miguel, del Politécnica, Benítez de Guerola-VLC y Prades, de Azysa.

En el largo descenso las diferencias aumentaron y se formó un grupito perseguidor, en el que ya no iba el líder, del que únicamente tiraban tres Azysas. Por delante, el trío de Mutualidad Levantina, sabedor de que Teruel era líder virtual, apuraba sus opciones y de nada sirvió que mandaran parar a Prades. Por detrás nadie ayudó a Aránzazu y los suyos, a partir de Tírig, y las diferencias se estabilizaron en dos minutos, y Eloy Teruel cobró en meta suficiente ventaja para ganar la Ronda, mientras Javier Benítez se hizo con la etapa del día.