Flamenco, música tradicional, rock, pop... Todos estos estilos y más se pudieron disfrutar ayer en el segundo día de las fiestas de Sant Pere del Grao, con conciertos desde la mañana a la tarde, algunos de ellos en las peñas, y con la final del Dipcas Music Festival como evento principal.

Una jornada que comenzó muy pronto, a las 10.30 horas, con un taller para enseñar a los niños a embolar, celebrado en la calle Alcossebre y destinado a crear cantera taurina en el distrito marítimo. Como no podía ser de otra manera, el encierro de vaquillas de la mañana y el toro embolado de la noche fueron los eventos más seguidos.

Los dos astados de la noche del sábado fueron problemáticos. El primero de ellos consiguió romper la cuerda de embolar y causó el pánico entre los aficionados, aunque afortunadamente no cogió a nadie. Fue precisamente un aficionado el que, pese a que no estaba sujeto por ninguna cuerda, consiguió prender fuego a las bolas del animal.

El segundo --embolado desde un cadafal-- sí que enganchó a un hombre de 59 años, que fue herido de pronóstico reservado con posible fractura en un brazo, por lo que fue trasladado al Hospital General. Las vaquillas dejaron dos heridos por contusiones.

Mucho más tranquilos fueron los conciertos que a lo largo del día se celebraron en el Grao. Tuvo mucho protagonismo el flamenco, primero, por la mañana, en la peña 1001, donde actuó Zambra Flamenca. Ya por la tarde, la música se trasladó al Centro Cultural La Marina, donde actuó la Escuela de Baile Flamenco Isabel Rubí.

TONADAS TRADICIONALES // Hubo también espacio para la música de la terreta. El templete de Puerto Azahar acogió un concierto de los Dolçainers i Tabaleters del Grao, que recuperaron las tonadas tradicionales que son seña de identidad de esta semana festiva.

Un perfecto aperitivo para la música de las bandas que participaron en la final de la segunda edición del Dipcas Music Festival. Defectos, Galiano, WIOL, Sara Ledesma-Loplop, Salvando A Maria Rock y Trece se disputaron los premios al mejor solista y al mejor grupo. Decisión que dependía del nivel de los aplausos del público --con un medidor de decibelios-- y en un 60% del jurado. Al cierre de esta edición no se conocía el nombre de los ganadores.

Y al margen de la música y de los toros, las calles del distrito marítimo volvieron a llenarse por la tarde de la alegría de las peñas, que volvieron a lucirse en un imaginativo desfile. H