Más de cuatro años de espera. Así se enfrentan los integrantes de la agrupación de interés urbanístico al desarrollo del polígono industrial Vila Romana de Nules, al que solo le falta para iniciar las obras un informe de la Dirección General de Carreteras que se está haciendo de rogar.

Lo cierto es que el proyecto viene de lejos. En su planificación, iniciada entre la década de los 70 y los 80, primó la instalación y puesta en marcha de las empresas a la correcta urbanización de las parcelas. Tanto es así, que fueron las diferentes industrias las que habilitaron la luz y la gestión de los residuos --con la construcción, por ejemplo, de sus propias depuradoras o sistemas de alumbrado exterior--, pero la consecuencia, años después, es que las leyes en materia urbanística han cambiado y se han endurecido, imposibilitando cualquier ampliación o modificación si no se completa el desarrollo.

En 1992 se creó la agrupación de propietarios con un objetivo clave: normalizar la situación. Fuentes consultadas por Mediterráneo, confirman que el actual Ayuntamiento «ha sido el que de verdad ha impulsado el tema».

En el 2014, al estar ubicado junto a la N-340, los interesados presentaron ante Carreteras el preceptivo proyecto detallando las características de la intervención. «Hasta el 2017 no recibimos la respuesta», aseguran. En ella, indicaban una serie de modificaciones que debían incorporarse para contar con el visto bueno del Ministerio. Subsanaron los defectos y el pasado mes de agosto remitieron de nuevo la documentación con las correcciones. Cinco meses después siguen esperando una respuesta «que se supone que solo tendría que ser una confirmación, porque se han seguido las indicaciones» que les hicieron, afirman los afectados.

MÁS AGILIDAD // Para el alcalde, David García, que la burocracia esté provocando un retraso tan significativo en la conclusión de la fase administrativa de este PAI «no puede entenderse». «Deberían de ser un poco más ágiles porque estamos hablando de proyectos que suponen el crecimiento industrial y la creación de nuevos puestos de trabajo», argumenta.

No es la primera vez que Carreteras está detrás de la demora en un desarrollo de este tipo en el municipio. García recuerda que «ya sucedió lo mismo en su día con Stylnul», empresa azulejera ubicada entre Nules y la Vilavella, justo al lado de la A-7.

El Ayuntamiento, en el pleno municipal, quiso dar viabilidad a las necesidades de ampliación de las mercantiles afectadas agilizando la aprobación de los acuerdos necesarios, y lo notificaron «a los organismos sectoriales para conseguir los informes favorables», concluye el alcalde.